BOGOTÁ, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha aceptado la propuesta de siete congresistas estadounidenses demócratas que se ofrecieron como garantes para un intercambio de secuestrados por rebeldes presos, pero volvió a exigir la desmilitarización de los municipios de Pradera y Florida situados en el departamento del Valle.
El portavoz del grupo armado, Raúl Reyes, declaró al telediario 'Noticias Uno' que aceptan el ofrecimiento de los congresistas, pero que sólo se reunirán con ellos en las dos citadas localidades, que consideran que el Gobierno debe desmilitarizar si quiere sentarse a negociar el canje.
"Claro que sí. Estamos dispuestos a recibir a los siete congresistas demócratas norteamericanos en la zona de los dos municipios desmilitarizados", señaló Reyes.
La desmilitarización de los dos municipios ya ha sido reclamada en varias ocasiones por las FARC, pero el presidente del país, Álvaro Uribe, la rechaza por considerar que es excesiva y también se opone a la pretensión de los rebeldes de que esa zona quede únicamente bajo su control durante el tiempo de la negociación.
El pasado 12 de marzo, un grupo de siete congresistas estadounidenses envió una carta a los ministros de Exteriores de Francia, España y Suiza anunciando su compromiso de "respaldar el canje y a estar presentes en la zona donde las conversaciones tengan lugar".
España, Francia y Suiza ejercen de "facilitadores" en el conflicto para lograr un intercambio humanitario de unos 57 rehenes en poder de la guerrilla --entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y varias decenas de políticos, policías y militares-- a cambio de unos 500 rebeldes presos en distintas cárceles del país.
"En momentos clave de esos diálogos estaremos disponibles para cualquier asistencia, asesoría, acompañamiento y apoyo político que el Congreso de Estados Unidos pueda brindar", manifestaron los congresistas norteamericanos.
Francia, Suiza y España propusieron en el año 2005 la creación de una zona desmilitarizada para el intercambio. Tanto las FARC como el Gobierno se declaran a favor de la iniciativa, pero las exigencias mutuas han impedido el intercambio.