BOGOTÁ, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han denunciado este martes "presiones" para llegar a un acuerdo de paz en 2015, al tiempo que han advertido de que con la supuesta falta de voluntad del Gobierno "resultará difícil llegar pronto a alguna parte".
"El presidente (Juan Manuel Santos) ha expresado, tras su retiro espiritual en Cartagena, que la instrucción principal a sus delegados en La Habana consiste en acelerar al máximo la concreción de un acuerdo de paz, el cual distintos comentaristas vaticinan para los primeros meses del 2015", han dicho en un comunicado.
La guerrilla ha subrayado que "algunos hablan incluso de inminentes presiones de la realidad política que ninguna de las dos partes en la mesa (de negociaciones) podrá esquivar sin sufrir graves efectos", señalando que, "si bien las referencias aluden a Gobierno y FARC, no puede dejarse de leer que la presión está dirigida a ellas".
Para las FARC "es claro que Santos no tiene el menor interés en extender las discusiones de paz, por cuanto siempre las ha concebido como un procedimiento expedito para materializar su desmovilización, con independencia de cualquier examen de las causas del conflicto y de las reformas necesarias para terminarlo".
"En diversas declaraciones públicas ha sostenido que el conflicto, de no producirse un acuerdo ahora, podría extenderse 20 años, en cuyo caso la inevitable solución consistirá en la aniquilación de la insurgencia, por lo que de lo que se trataría ahora es de ahorrar al país esas dos décadas de sangre", han apuntado.
El grupo armado ha señalado que esta idea planea sobre el reciente informe del Ministerio de Defensa que "da cuenta de que en los dos años de existencia del proceso, las FARC han perdido 8.350 hombres, lo cual indicaría que, según las cifras oficiales, los pocos que restan serán extinguidos en meses".
La guerrilla ha rebatido esta afirmación recordando que, "antes de iniciar las conversaciones de paz, el propio Ministerio de Defensa sostenía abiertamente que las FARC estaban reducidas a menos de 8.000 hombres, así que, con lo cumplido en los dos últimos años, lo que quedaría es la delegación en La Habana, conclusión que el mismo informe niega".
"Otras consideraciones encaminadas a presionarnos señalan que la declaratoria unilateral de alto el fuego nos pone en una situación de no combate, lo cual necesariamente apunta, de mantenerse en el tiempo, a una paulatina descomposición de nuestras estructuras por causa ocio al que se verán compelidas", ha añadido.
Ante esto ha reiterado que las FARC responderán si son atacadas, lo que mantiene a sus guerrilleros en permanente alerta. Además, razona que, de ser cierta tal afirmación, el Gobierno debería anunciar una tregua bilateral porque llevaría a la desaparición de la insurgencia.
"Del mismo modo, se emplea la presencia de la mayoría del Secretariado de las FARC en La Habana, argumentando que con una distancia superior a los 2.000 kilómetros resulta imposible mantener la cohesión de todas las estructuras guerrilleras en Colombia", ha enunciado, respondiendo que "semejante presunción desconoce su organización vertical en Estados Mayores de Bloques y Frentes".
Con todo ello, la guerrilla ha criticado que "las presiones derivadas de elucubraciones adjetivas como las comentadas atrás evadan asuntos claves para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera".
"La cantinela según la cual dos años de conversaciones ya son suficientes, equipara la paz a una pretensión susceptible de ganar por simple prescripción o vencimiento de términos", ha lamentado el grupo armado.
FALTA DE VOLUNTAD DEL GOBIERNO
Para las FARC "lo verdaderamente importante para la firma de un pronto acuerdo de paz es la disposición del Gobierno a ceder ante las propuestas claramente expuestas en casi todas las materias pendientes".
"También el país y la comunidad internacional conocen nuestros planteamientos mínimos en materia del punto de las víctimas, de donde se desprende que lo que nos separa de un arreglo final son evidentemente cuestiones de contenido y no de forma", han concretado.
"U Gobierno que promueve en el Congreso proyectos de ley que van en abierta contravía de lo acordado parcialmente con las FARC, no está demostrando la mínima vocación de poner fin al conflicto. Un Gobierno que ordena diariamente arreciar la confrontación, niega su voluntad de restarle intensidad a la guerra", han dicho, alertando de que "así resultará difícil llegar pronto a alguna parte".