Actualizado 28/08/2012 05:04

El fiscal general dice que los guerrilleros podrían ser exonerados de sus delitos


BOGOTÁ, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -

El fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre, ha explicado este lunes que como resultado de un eventual proceso de paz los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) podrían ser exonerados de sus delitos.

Para ello, ha matizado, los guerrilleros tendrían que desmovilizarse, confesar sus crímenes y reparar a las víctimas. Además, el fiscal general ha considerado que debería crearse una Comisión de la Verdad.

Si bien, ha aclarado que no son las únicas posibilidades, ya que los guerrilleros condenados podrían disfrutar de una serie de privilegios penales, como la sustitución de las penas de cárcel por otras no privativas de la libertad.

El fiscal general ha explicado que el Marco Jurídico para la Paz, aprobado recientemente por el Congreso, concede al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, un amplio margen legal para negociar con la guerrilla.

En su opinión, recogida por los medios de comunicación colombianos, "ya es hora de que el país siente las bases para un proceso de paz".

Montealegre ha realizado estas declaraciones después de que Santos confirmara en una rueda de prensa que "el Gobierno ha desarrollado conversaciones exploratorias con las FARC para buscar el fin del conflicto".

Aunque ha reconocido los contactos con las FARC, el mandatario no ha confirmado la existencia de un acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla para iniciar un diálogo de paz el próximo 5 de octubre en Oslo, tal y como ha revelado este lunes la cadena TeleSur.

El ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010) desveló la semana pasada que el Gobierno estaba adelantando negociaciones con las FARC en Cuba, lo cual fue desmentido por las autoridades colombianas que incluso llegaron a calificar de "irrespetuosas" estas afirmaciones.

Esta sería la primera vez en más de una década que el Gobierno colombiano se sienta a dialogar abierta y formalmente con las FARC. Durante sus ocho años de mandato, Uribe había condicionado cualquier negociación a la liberación incondicional de todos los secuestrados, al cese de las hostilidades y a la desmovilización de los jefes guerrilleros.

El pasado mes de abril, las FARC decidieron entregar a los últimos diez militares y policías que tenían en su poder desde hacía más de una década y ratificaron su compromiso de no volver a secuestrar. Desde entonces, han insistido en la necesidad de sentarse a conversar, pero Santos ha insistido en que habría negociación si los rebeldes no entregan las armas.