BOGOTÁ, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía General de Colombia ha reabierto este sábado la investigación a la compañía internacional bananera Chiquita Brands por su supuesta financiación a grupos paramilitares que operaban en la región de Urabá, en la frontera con Panamá.
El fiscal general, Eduardo Montealegre, ha señalado que se trata de una nueva etapa para desvelar los vínculos entre la economía y los paramilitares. En este caso, trece directivos serán investigados por concierto para delinquir y financiar a grupos terroristas.
Montealegro ha argumentado que Chiquita Brands reconoció ante la Justicia de Estados Unidos haber financiado a esos grupos después de que fueran catalogados por el Departamento de Estado como grupos terroristas, según ha informado la emisora colombiana Radio Caracol.
Así, ha explicado que la Fiscalía no llevó a cabo una investigación integral y que fiscales de Medellín decidieron archivar la investigación pese a la existencia de pruebas. Así, solicitará el testimonio del paramilitar Raúl Hasbun, alias 'Pedro Bonito', sobre el financiamiento de esta multinacional.
En 2007, la compañía sostuvo que alertó voluntariamente sobre los acuerdos al Departamento de Justicia en abril de 2003. En esos momentos, ya llevaba 15 años realizando los pagos.
La compañía bananera admitió que pagó cerca de 1,7 millón de dólares -- 1,2 millones de euros-- entre 1997 y 2004 a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), uno de los grupos paramilitares más temibles de la nación sudamericana. El Gobierno de Estados Unidos designó a las AUC como grupo terrorista en septiembre del 2001.
Según las afirmaciones de Chiquita Brands en aquel entonces, la empresa también efectuó pagos al Ejército de Liberación Nacional (ELN), y a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a fin de proteger sus operaciones más rentables en zonas bananeras.