BOGOTA, 24 Mar. (EP/AP) -
Doce suboficiales que están en poder de la guerrilla desde hace por lo menos ocho años fueron ascendidos el jueves en ceremonia castrense.
Los militares cayeron en varias tomas que protagonizaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), guerrilla que con eso busca los llamados "canjeables", miembros de la fuerza pública y políticos, para forzar al Gobierno a aceptar un intercambio por rebeldes presos.
"En nuestros cuarteles y nuestros corazones hoy hay silencio por su ausencia. No es un silencio de olvido, es un silencio de respeto, de admiración y con angustia por los valientes y heroicos suboficiales que aún continúan privados de su libertad", dijo el general Mario Montoya, comandante del ejército.
Los familiares de varios de ellos asistieron a la ceremonia, como el padre del cabo primero William Pérez, quien es rehén de las FARC desde el dos de marzo de 1998, cuando la guerrilla se tomó la base de El Billar, en el sur colombiano.
"Lo primero que le pedimos a FARC es que nos envíe pruebas de supervivencia de nuestro hijo, y que le respeten la vida y que por Dios lo liberen ya. Esto es una tortura para nosotros", dijo Pedro Pérez.
Las familias de los militares en varias ocasiones se han quejado de la falta de respaldo del estado para la liberación de sus seres queridos.
En la ceremonia, presidida por toda la cúpula militar, fueron ascendidos en total 156 suboficiales.