BOGOTÁ, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Guillermo León Sáenz Vargas, conocido como Alfonso Cano, máximo comandante de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se quedó sin su anillo de seguridad, tras el ataque sufrido la semana pasada, lo que le vuelve aún más vulnerable ante los mil militares que están siguiéndole la pista.
Cano, de 63 años, logró escapar la semana pasada de un bombardeo del Ejército colombiano a su campamento situado en una zona montañosa entre los departamentos de Tolima, Cauca y Huila (oeste). Cerca de 500 rebeldes que componían sus tres anillos de seguridad se dispersaron dejándole sólo con la protección de una docena de hombres que estarían huyendo con él por selva colombiana, informaron fuentes que participan en la operación al diario local 'El Tiempo'.
El cerco de Cano comenzó a cerrarse a comienzos de junio cuando efectivos de la Inteligencia Militar colombiana conocieron de los movimientos de los guerrilleros en el sur de Tolima, entre el Cañón de Las Hermosas y el río Atá.
Unos mil soldados continúan peinando la zona para dar finalmente con el máximo líder de la guerrilla que ha sembrado el terror en Colombia durante décadas. El jefe de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo, dijo el martes que a Cano le quedan "pocas semanas" porque el operativo está muy cerca de su refugio.
El jefe de las Fuerzas Militares, almirante Édgar Cely, reconoció que están muy cerca de Cano, pero advirtió de que el líder subversivo tiene un gran poder para "escabullirse" de los uniformados, al igual que otros jefes que aún no han podido ser capturados.