Publicado 11/04/2020 10:31

Colombia.- La lucha por el control del territorio vuelve a sembrar de minas Colombia

Gemerson fue víctima de un resto explosivo de guerra y perdió una se sus manos cuando tenía 11 años
Gemerson fue víctima de un resto explosivo de guerra y perdió una se sus manos cuando tenía 11 años - JUAN SEBASTIÁN URIBE / CICR
Víctima de una mina antipersona en Colombia Curso del CICR con niños para mitigar el impacto d

El país aspiraba a estar limpio de minas en 2021 pero el auge de la violencia retrasará este objetivo

MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

Colombia sufre una renovada lucha entre los muchos grupos armados que actúan en el país --desde guerrillas a organizaciones criminales--, para controlar el territorio y los negocios ilegales que se dan en él, lo cual ha multiplicado las minas antipersona y sus víctimas.

El Estado colombiano puso fin en 2016 a su conflicto armado más importante: la guerra con las FARC. Pero, paradojicamente, la firma del acuerdo de paz ha dado paso a una ola de violencia porque los demás grupos armados se están reorganizando para llenar el vacío dejado por la otrora primera guerrilla del país.

El Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) cuenta cinco conflictos armados en marcha, los que enfrentan a las fuerzas gubernamentales con las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL), con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y con las disidencias de las FARC, así como la guerra entre el ELN y el EPL.

La pugna entre los grupos armados no es por el mero control territorial, sino por apoderarse de lucrativos negocios como el narcotráfico, la minería ilegal o la tradicional extorsión. Ash Boddy, director del Programa de HALO Trust en Colombia, explica en una entrevista concedida a Europa Press que el objetivo prioritario son los cultivos de uso ilícito.

"Se cree que el incremento en la puesta de minas antipersona se debe a que las están utilizando para proteger los cultivos de uso ilícito que están siendo erradicados de forma manual y creemos que el incremento en el número de víctimas por minas antipersona se ha debido a las nuevas minas en estos cultivos de uso ilícito", dice Boddy.

Según datos oficiales, en Colombia hay más de 11.800 víctimas por artefactos explosivos, ya sean minas antipersona o de otro tipo. Desde 2012, cuando comenzaron las negociaciones de paz con las FARC, se produjo un descenso continuado que frenó en 2017, cuando comenzó el repunte. El CICR calcula que entre 2018 y 2019 se pasó de 221 a 352, lo que arroja una media de casi una víctima diaria.

Ana María Hernández, coordinadora de la Unidad de Contaminación por Armas del CICR en Colombia, coincide en que "hay departamentos muy afectados por el recrudecimiento de las hostilidades --por el conflicto armado como tal--, y es allí donde se están generando las víctimas" de "contaminación por armas", un concepto que se refiere tanto a las minas antipersona, que "se activan por la presencia, el contacto o la cercanía de la víctima", como a explosivos lanzados o con "detonación controlada".

Ambos expertos mencionan a Norte de Santander, Antioquia, Cauca, Nariño y Meta como los departamentos colombianos más castigados por la presencia de estos artefactos. No obstante, el representante de HALO Trust destaca que "las áreas más afectadas son los municipios de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET)", lanzados por el Gobierno en el marco del proceso de paz.

DOS COLOMBIAS

Hernández distingue "dos escenarios", uno en el que el conflicto armado sigue activo y se colocan nuevos artefactos, y otro en el que se lleva a cabo un desminado humanitario de la "contaminación antigua". "Realmente, en 2018, 2019 y 2020 donde se han presentado los accidentes de contaminación por armas son sitios donde no se hace desminado humanitario", aclara.

Boddy matiza que "en algunos lugares del país no existen las condiciones de seguridad para que HALO Trust pueda continuar con las operaciones de desminado humanitario", aunque sigue trabajando allí donde puede, ahora con las restricciones asociadas al Covid-19. "Esto ha afectado a las comunidades, que lo acogieron con agrado y siguen sufriendo las consecuencias de la presencia de minas", lamenta.

La "contaminación nueva" es la que ha disparado el número de víctimas. Hernández señala que "el problema de las comunidades no es saber dónde están los artefactos explosivos, sino saber dónde están los sitios seguros", algo que ya tienen controlado en las antiguas zonas de conflicto, no así donde se ha reactivado la violencia.

"Estamos viendo con preocupación que las víctimas son población campesina, personas que trabajan en zonas de cultivo o que salen a pescar o cazar y que no tienen conocimiento de que esas zonas están afectadas por la presencia de artefactos explosivos", comenta la responsable del CICR.

HERIDAS FÍSICAS Y EMOCIONALES

Boddy denuncia que "las minas antipersona tienen un impacto devastador en la población civil". "Las consecuencias van desde el fallecimiento hasta lesiones físicas graves", como quemaduras, fracturas y amputaciones, y "obviamente hay un trauma muy grande" que requiere atención psicosocial, apostilla Hernández.

La cooperante del CICR resalta que también hay "víctimas indirectas", "familiares o personas que hayan estado presentes en el momento del accidente, porque también pueden tener afectaciones emocionales, y eso puede durar mucho tiempo".

Además, puesto que la inmensa mayoría de las víctimas de la "contaminación por armas" son hombres adultos, "en edad productiva", "esto afecta al tejido familiar, de modo que las mujeres o los hijos mayores acaban convirtiéndose en cabezas del hogar porque (...) las lesiones físicas no le permiten desempeñarse laboralmente".

Otra "víctima indirecta" son las comunidades cercanas a los lugares minados. En algunos casos, la presencia de minas antipersona "puede bloquear el acceso a los servicios básicos, impedir la llegada de proyectos productivos, la restitución y titulación de tierras y el retorno de la población desplazada", ilustra Boddy.

En las situaciones más extremas, deciden confinarse para eliminar directamente el riesgo de que les explote una bomba. El CICR estima que solo en 2019 unas 27.600 personas tuvieron que encerrarse en sus casas por la presencia de grupos armados y explosivos. En algunos lugares, como Chocó, hubo poblaciones enteras confinadas.

COMPORTAMIENTO SEGURO

En Colombia, las personas afectadas por las minas antipersona "son consideradas víctimas de por vida ante la ley y deben recibir una atención médica --quirúrgica y para la rehabilitación física--", valora Hernández.

Por ello, el CICR se centra en la atención a "las personas que sufren afectaciones psicológicas o físicas muy leves", ya que "muchas veces no entran en el radar". "Ahí hay un trabajo muy importante para visibilizar a todas las víctimas de la contaminación por armas" y que accedan a sus derechos, afirma.

Para revertir la tendencia, apunta Hernández, es clave "trabajar con las comunidades para que sepan cuáles son los comportamientos seguros que deben adoptar para no ser víctimas". A este respecto, resulta vital la información que puedan compartir entre sus miembros y con otras poblaciones sobre los lugares contaminados y los limpios.

HACIA EL DESMINADO TOTAL

El país ya ha despejado de artefactos explosivos 6,7 kilómetros cuadrados y su objetivo es que los 1,1 millones de kilómetros cuadrados del territorio colombiano estén completamente libres de minas antipersona hacia 2021.

Boddy cree que "el objetivo general del desminado es posible", si bien opina que "el plazo de 2025 podría ser más realista", teniendo en cuenta que "las condiciones de seguridad varían".

Hernández estima igualmente que llegar a 2021 supone "un reto muy importante para el país, porque ya ha avanzado mucho en las zonas asignadas pero hay otras zonas altamente afectadas por el conflicto armado donde no se pueden llevar a cabo estas operaciones de desminado".

El portavoz de HALO Trust considera que actualmente "los principales desafíos son los cambios en la seguridad y la falta de mapas que muestren dónde se encuentran las minas antipersona". Solo "cuando podamos tener acceso podremos encontrar y destruir las minas antipersona", subraya.