MANAGUA, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Daniel Ortega concedió este viernes asilo político a familiares del jefe guerrillero Rodrigo Granda, conocido como el 'canciller' de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre ellos a su hermano Rubén Darío Granda, anunció el ministro de Exteriores nicaragüense, Samuel Santos.
"Nicaragua oficializa la aceptación del asilo político en el caso de los colombianos de la familia Granda", dijo Santos en rueda de prensa al informar de que ha pedido al Gobierno colombiano extender "un salvoconducto" para que Rubén Darío, su esposa y su hijo "viajen con seguridad" a Nicaragua.
Granda pidió el pasado lunes asilo político cuando se refugió en la Embajada de Nicaragua en Bogotá con su esposa y su hijo, alegando ser víctima de una persecución política y de amenazas por parte de las autoridades colombianas.
La Fiscalía de Colombia acusa al hermano del conocido guerrillero de delitos como financiación del terrorismo por realizar actividades a favor de las FARC. Bogotá había advertido a Managua de que la solicitud de asilo era improcedente porque tratarse de delitos "comunes" y no políticos.
Granda, su esposa y su concuñado, Carlos Emilio Palacio Gómez, fueron detenidos el pasado 7 de abril en territorio colombiano, pero fueron puestos en libertad por un juez con control de garantías que no encontró pruebas suficientes para procesarles.
Las autoridades colombianas aseguran que Rodrigo Granda utiliza la empresa Inversiones Granda Restrepo --registrada ante la Cámara de Comercio-- como "fachada" para ocultar sus movimientos financieros. Entre los accionistas aparece su hermano Rubén Darío y su esposa, quienes han negado tener nexos con la guerrilla.
El 'canciller' de las FARC fue detenido en Venezuela y trasladado a Colombia a finales de 2004, pero fue puesto en libertad en 2007 gracias a la intermediación del presidente francés, Nicolas Sarkozy, para negociar la liberación de la ex senadora Ingrid Betancourt, rescatada en julio de 2008 tras permanecer más de seis años en poder de las FARC.
Desde entonces, Rodrigo Granda se mantiene en la clandestinidad y ha sido uno de los principales objetivos de las fuerzas de seguridad colombiana que constantemente realizan operativos en la selva para capturar a los líderes de las FARC.