BOGOTÁ, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ex director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de Colombia, Jorge Noguera, declaró ayer, martes, ante la Fiscalía y, según aseguró al terminar la diligencia, negó todas las acusaciones contra él citando "declaraciones de otros testigos" y presentando "documentos para corroborar lo dicho".
Los dos fiscales comisionados por el fiscal general Mario Iguarán no sólo le pidieron explicar los señalamientos que le hizo Rafael García, el ex jefe de Informática del organismo, quien está preso y debe responder en juicio por siete cargos penales al ser sindicado de borrar antecedentes de miembros de organizaciones delictivas, según informa el diario colombiano 'El Universal'.
El actual cónsul en Milán también fue interrogado para que indicara si recibió, y en qué circunstancias, un cheque de 10 millones de pesos (unos 3,4 millones de euros) enviado por la esposa de García, quien también se encuentra bajo detención domiciliaria por enriquecimiento ilícito. Noguera siempre alegó haber sido producto de un préstamo y en su versión entregada se ratificó en lo dicho.
Los fiscales le preguntaron, además, por contrataciones supuestamente autorizadas por él como director del DAS en la Oficina de Informática y las sindicaciones hechas por García sobre la presunta participación de miembros del organismo de seguridad en el crimen de sindicalistas.
Otro punto que figuró en el interrogatorio fue la supuesta existencia de una camioneta del DAS, al parecer destinada a la protección del Presidente en un desplazamiento en la Costa Caribe, que habría terminado semanas después en manos de un jefe paramilitar.
"NO TIENE PRUEBAS"
"He aclarado todos los puntos, pero debido al secreto de sumario no puedo referirme en detalle a lo que respondí. Sin embargo, en todo esto lo que hay es una persona resentida que está presa y busca beneficios, pero no tiene pruebas para corroborar lo que ha dicho", expresó Noguera en un receso de la diligencia.
El ex director del DAS rechazó las comparaciones de su caso con el denominado proceso 'ocho mil', el cual salpicó a políticos y a la campaña a la Presidencia de Ernesto Samper en 1994 con el ingreso de dineros provenientes del cartel de Cali. Al respecto, expresó su extrañeza porque el escándalo se produjera en época de elecciones.
Por otro lado, reiteró su decisión de no renunciar al cargo de cónsul en Milán, y anunció que apenas culminen las diligencias judiciales retornará a Milán para reanudar sus funciones de cónsul. Además, aseguró que no descarta la posibilidad de iniciar acciones judiciales contra los medios que publicaron las denuncias en su contra.