Actualizado 30/06/2007 06:35

Colombia.- La OEA condena los asesinatos de once diputados colombianos a manos de "grupos al margen de la ley"


WASHINGTON, 30 Jun. (EP/AP) -

La Organización de Estados Americanos (OEA) expresó ayer su "enérgica condena" al asesinato de once diputados colombianos secuestrados, si bien la determinación de las delegaciones se diluyó a la hora de decidir si manifestar su "apoyo decidido" o sólo su "apoyo" al trabajo del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, para lograr la liberación del resto de rehenes.

Finalmente, la palabra 'decidido' fue retirada del texto debido a la oposición de algunas delegaciones y quedó solamente en "su apoyo" a las acciones de Uribe.

La resolución, aprobada por consenso de los 34 embajadores en una sesión especial del Consejo Permanente que conforman, no menciona tampoco a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como responsables de las muertes de los legisladores y utiliza más bien la denominación genérica de "grupos al margen de la ley".

Varios embajadores, entre ellos el de Panamá, Arístides Royo, trataron de limar las asperezas derivadas de una larga negociación, dando seguridades a los colombianos de que contaban con el "decidido apoyo" de sus respectivos gobiernos.

"Vaya la palabra 'decidido' o no vaya, el Gobierno y el pueblo de Panamá dan y darán siempre su más decidido apoyo a Colombia en esta inmensa lucha que ustedes sostienen", subrayó Royo.

Las negociaciones para armonizar el texto fueron privadas, pero fuentes cercanas al Consejo aseguraron simplemente que la oposición procedía de "algunos países de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe".

La sesión fue solicitada por la delegación colombiana a raíz de que las FARC informaran el pasado jueves de la muerte de once de los doce diputados de la Asamblea Departamental de Valle del Cauca capturados en abril de 2002.

Convocada inicialmente para las 11.00 horas de la mañana, la sesión de la OEA fue aplazada y finalmente no se produjo hasta las 17.00 horas, debido a las dificultades de acuerdo en las arduas negociaciones.

El embajador de Brasil, Osmar Chohfi, indicó que "no hay ninguna duda de que todos los Estados miembros de la OEA somos solidarios" con Colombia, pero, explicó, "no se puede ignorar" tampoco que la OEA es una organización política y que los textos aprobados deben orientarse "a solucionar problemas" más que a la retórica. "No queremos que la demora sea interpretada como una falta de apoyo a Colombia", agregó.

Venezuela, que figuró entre los gobiernos más polémicos con el texto final de la declaración, señaló a través de su representante Nelson Pineda que la declaración debería ser entendida como un documento que contribuirá a que "el pueblo de Colombia pueda avanzar hacia la consecución definitiva de su paz".

Reconoció que en esa búsqueda "se producen encuentros y desencuentros" y que la posición de su país fue que la OEA "no puede convertirse en un actor, en participante directo del conflicto interno de Colombia, sino ayudar a la búsqueda de soluciones de ese conflicto".