BOGOTÁ, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Partido de la 'U', al que pertenecen el presidente y el ex presidente de Colombia Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe, respectivamente, ha instado al Gobierno a no permitir que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, intervenga en el proceso de paz con las guerrillas.
"Hugo Chávez no debe intervenir en los asuntos de Colombia. No podemos depender de sus buenos oficios para un proceso de paz porque eso afecta a nuestra soberanía nacional", ha dicho el director del Partido de la 'U', Juan Lozano.
A pesar de ello, el líder político ha considerado que debe haber "facilitadores" en el proceso de paz con las guerrillas que operan en el país iberoamericano, aunque ha matizado: "Hasta donde permita la intervención".
Además, Lozano ha indicado que "el Gobierno debe tener (líneas) inamovibles para que la agenda de las negociaciones de paz no la impongan los guerrilleros, sino la sociedad civil", según informa Caracol Radio.
Lozano ha planteado estas cuestiones al ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, que ha comparecido este martes ante el Senado para hacer un balance de sus once meses en el cargo. En su discurso ha reiterado que la orden dada a la Fuerza Pública es "seguir atacando a las guerrillas".
Ayer, Santos confirmó, en un mensaje difundido por la televisión y la radio nacionales, que su Gobierno ha mantenido "conversaciones exploratorias" con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "para buscar el fin del conflicto", y abrió la puerta a que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se uniera a las mismas.
Aunque reconoció los contactos con el grupo armado, el mandatario no confirmó la existencia de un acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla para iniciar un diálogo de paz el próximo 5 de octubre en Oslo, en el que intervendrían Cuba, Venezuela y Noruega, tal y como ha revelado la cadena TeleSur.
Uribe (2002-2010) ya desveló la semana pasada que el Gobierno estaba adelantando negociaciones con las FARC en Cuba, lo cual fue desmentido por las autoridades colombianas que incluso llegaron a calificar de "irrespetuosas" estas afirmaciones.
Esta sería la primera vez en más de una década que el Gobierno colombiano se sienta a dialogar abierta y formalmente con las FARC. Durante sus ocho años de mandato, Uribe había condicionado cualquier negociación a la liberación incondicional de todos los secuestrados, al cese de las hostilidades y a la desmovilización de los jefes guerrilleros.
El pasado mes de abril, las FARC decidieron entregar a los últimos diez militares y policías que tenían en su poder desde hacía más de una década y ratificaron su compromiso de no volver a secuestrar. Desde entonces, han insistido en la necesidad de sentarse a conversar, pero Santos ha insistido en que habría negociación si los rebeldes no entregan las armas.