BOGOTÁ, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha indicado este miércoles que su Gobierno "quiere buscar la paz por encima de estimular la guerra, aunque sea más difícil", en el contexto del diálogo de paz que se propone iniciar con las guerrillas que operan en el país iberoamericano.

En un encuentro con los principales representantes de la judicatura y de la abogacía de Colombia celebrado en Barranquilla, el mandatario ha señalado que el suyo pretende ser "un Gobierno reformador, dentro de la Constitución y de las leyes y respetando la separación de poderes".

Además, ha apuntado que también pretende ser "progresista", "para buscar más justicia social, cerrar las brechas, combatir la pobreza, sobre todo la pobreza extrema". En este sentido, ha subrayado la necesidad de "fortalecer" y "dignificar" las regiones "para un mejor desarrollo de sus gentes".

En la misma línea, ha dicho que persigue "un Gobierno al que el pueblo colombiano y la comunidad internacional lo señalen como decente por respetar las diferencias". "Que no nos moleste la crítica sino que, por el contrario, la estimulemos, que respetemos la libertad de expresión", ha señalado.

Santos ha considerado que "con el trabajo armónico de los tres poderes estatales, especialmente con la aportación de la rama judicial, lograremos tener un país con estas características: reformador, progresista y decente.

DIÁLOGO DE PAZ

Ayer, Santos confirmó, en un mensaje difundido por la televisión y la radio nacional, que su Gobierno ha mantenido "conversaciones exploratorias" con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "para buscar el fin del conflicto", y abrió la puerta a que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se uniera a las mismas.

Aunque reconoció los contactos con el grupo armado, el mandatario no confirmó la existencia de un acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla para iniciar un diálogo de paz el próximo 5 de octubre en Oslo, tal y como ha revelado la cadena TeleSur.

El ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010) ya desveló la semana pasada que el Gobierno estaba adelantando negociaciones con las FARC en Cuba, lo cual fue desmentido por las autoridades colombianas que incluso llegaron a calificar de "irrespetuosas" estas afirmaciones.

Esta sería la primera vez en más de una década que el Gobierno colombiano se sienta a dialogar abierta y formalmente con las FARC. Durante sus ocho años de mandato, Uribe había condicionado cualquier negociación a la liberación incondicional de todos los secuestrados, al cese de las hostilidades y a la desmovilización de los jefes guerrilleros.

El pasado mes de abril, las FARC decidieron entregar a los últimos diez militares y policías que tenían en su poder desde hacía más de una década y ratificaron su compromiso de no volver a secuestrar. Desde entonces, han insistido en la necesidad de sentarse a conversar, pero Santos ha insistido en que habría negociación si los rebeldes no entregan las armas.

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