BOGOTÁ, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha reiterado la voluntad de su Gobierno de seguir combatiendo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras la muerte en una operación militar de su líder, 'Alfonso Cano'. Sin embargo, Santos ha dejado entreabierta la puerta de la negociación con los insurgentes.
"La Fuerza Pública va a continuar, lo que ellos quieren a toda costa es que desviemos el foco central de la estrategia, con actos terroristas que hemos visto los últimos meses, y eso por supuesto no va a suceder", ha afirmado Santos en rueda de prensa tras visitar en Poyapán el lugar en el que se encuentra bajo custodia el cadáver de 'Cano'. "Es muy claro: tienen que dejar las armas. Si no, la alternativa es una cárcel o una tumba", ha amenazado.
Santos ha advertido de que no deben caer en el "triunfalismo" y que la muerte de 'Cano' es un motivo más para continuar perseverando en los esfuerzos por conseguir la paz. "Los combates continúan aquí en el Cauca, no solamente aquí sino en todo el territorio", ha recordado.
En cualquier caso, Santos ha asegurado que "la puerta del diálogo no está cerrada con llave" y ha hecho un nuevo llamamiento a la guerrilla para que abandone las armas.
Santos ha mantenido en Poyapán una reunión con los mandos del Ejército para analizar los detalles de la Operación Odiseo, como ha sido denominado el bombardeo y posterior despliegue de tropas en el lugar en el que sabían que se ocultaba 'Cano'.
El propio Santos ha calificado el desarrollo del ataque como "impecable". Así, ha revelado que la operación se puso en marcha hace ya un año y que ha contado con la colaboración de miembros de la propia guerrilla.