Publicado 03/02/2021 05:34

Colombia.- Tres mineros asesinados en Antioquia en la décima masacre de 2021 en Colombia

Protesta de los pueblos indígenas de Colombia en Bogotá el pasado 19 de octubre contra la situación de inseguridad y los asesinatos de líderes sociales
Protesta de los pueblos indígenas de Colombia en Bogotá el pasado 19 de octubre contra la situación de inseguridad y los asesinatos de líderes sociales - 2020 GETTY IMAGES / GUILLERMO LEGARIA - Archivo

MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

Tres mineros han sido asesinados este martes en el municipio de Tarazá, en el departamento colombiano de Antioquia, convirtiéndose en la décima masacre que registra el país latinoamericano desde que empezó 2021.

Las autoridades han confirmado los asesinatos, aunque por el momento no se conoce la identidad de las víctimas. Algunas versiones preliminares indican que un grupo de hombres armados llegó hasta el lugar del ataque, a unos cinco kilómetros del casco urbano, y abrió fuego contra los mineros.

También se especula sobre el móvil del asesinato, que podría ser la negativa de los mineros a pagar extorsiones. No obstante, la Policía está investigando el crimen y, de momento, no ha confirmado ninguna de estas teorías, tal y como recoge 'El Tiempo'.

El alcalde del municipio, Ferney Álvarez, ha detallado que "uno era el administrador y dos obreros", mientras que ha confirmado que las autoridades trabajan en la investigación. Álvarez, no obstante, ha asegurado que el crimen se habría dado por retaliaciones del 'Clan del Golfo' contra 'Los Caparros', dos grupos organizados relacionados con el narcotráfico que se disputan el territorio.

En lo que va de año, 16 personas han sido asesinadas en este municipio de Tarazá, que se ubica en una de las regiones más violentas de Colombia.

Según ha precisado el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), esta sería la décima masacre de 2021, tan solo un día después de que se registraran otras dos con un saldo de víctimas de nueve fallecidos.

Estas diez masacres dejan 35 víctimas mortales, de las cuales 19 eran líderes sociales y, al menos, seis excombatientes de la ya disuelta guerrilla de las FARC.