BOGOTÁ, 2 Jul. (Reuters/EP) -
El ministro de Justicia e Interior colombiano, Germán Vargas Lleras, advierte de que las bandas de narcotráfico y las guerrillas podrían tratar de sobornar a los candidatos electorales e intimidar al electorado para hacerse con el control de los Gobiernos locales en casi una cuarta parte de los municipios, que este octubre celebrarán elecciones.
Por estas razones Vargas Lleras se centra en las amenazas potenciales de cara a la cita del 30 de octubre en áreas estigmatizadas por las bandas criminales y el narcotráfico. "Las amenazas proceden de todas las clases de grupos armados fuera de la ley", ha declarado en una entrevista a Reuters.
Dichos grupos "quieren participar en el debate a tomar las administraciones en aquellos lugares en los que tienen una presencia territorial (...) Ello podría implicar la financiación de campañas o la presión a ciudadanos para votar a un candidato o abstenerse", prosigue el ministro. Este precisa que el 23 por ciento de los 1.102 municipios de la nación sufren un riesgo grave o están siendo vigilados de cerca.
De 261 municipios en estado de riesgo, el 51 por ciento estarían en una situación "especialmente delicada" por las rutas del narcotráfico, las estructuras criminales y por la pugna en torno a los ingresos del sector petrolífero.
Miles de personas se van a disputar los cargos ejecutivos provinciales y locales, como los gobernadores de 32 departamentos distintos. Se trata de las primeras elecciones desde que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, asumió la jefatura del Estado en agosto.
En lo que va de año 14 candidatos han sido asesinados, tres secuestrados y seis han sobrevivido a ataques, de acuerdo con la Misión de Observación Electoral (MOE). Esta organización no gubernamental recuerda que en las últimas votaciones municipales se asesinó a 23 candidatos y se secuestró a otros cinco.
En los últimos comicios han pesado sobre los comicios sospechas de que políticos del ámbito local estaban asociados a antiguos grupos paramilitares en zonas ricas en petróleo y ganado, mientras otros recibirían ayuda de grupos guerrilleros de izquierda.
Vargas Lleras añade que el plan de seguridad específico está en marcha desde hace siete meses. El ministro concreta que la estrategia comprende la escolta de los candidatos en riesgo, aunque no ha querido detallar el alcance de esta dotación en cifras. El Gobierno también pretende ponerse en contacto con los partidos políticos para informarles sobre las amenazas.