CARACAS, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía venezolana ha ordenado la detención de una persona tras el asesinato de dos agentes de la Guardia Fronteriza venezolana en un punto de control del municipio Pedro María Ureña, del estado Táchira.
"Lamentablemente nuestros dos efectivos fueron vilmente asesinados por grupos que operan en la zona fronteriza, tratando de crear zozobra y un ambiente de inseguridad", explicó este lunes el general Márquez en declaraciones a la cadena Venezolana de Televisión (VTV).
El jefe del Comando Regional número 1 del estado de Táchira, general de Brigada, Franklin Márquez, confirmó la detención de una persona y explicó que la Guardia Nacional Bolivariana ha desplegado efectivos en puestos de control estratégicos para impedir que los asesinos huyan a través de la frontera.
El general Márquez no descartó que el asesinato de los dos agentes fronterizos venezolanos constituya un acto de represalia por las medidas impulsadas por el Gobierno de Caracas para frenar el contrabando de gasolina y alimentos hacia Colombia.
Las autoridades venezolanas cerraron este lunes el paso a través de los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander en Táchira, entre Venezuela y Colombia, y reforzaron la seguridad en varios municipios fronterizos, después de que dos agentes de la Guardia Nacional Bolivariana fuesen abatidos por un grupo de cuatro desconocidos que posteriormente se dieron a la fuga.
Las autoridades identificaron a las víctimas como el sargento mayor de segunda Gerardo Zambrano Zambrano, de 39 años de edad, y el sargento primero Buyssi Sgnini, de 33 años, que recibieron varios impactos de bala por la espalda.
Ambos perecieron después de una agresión ocurrida en torno a las 16:00 (hora local) y perpetrada por cuatro individuos que les dispararon desde motocicletas de alta cilindrada, según informó el diario 'El Nacional'.
Tras el ataque, los asaltantes se dieron a la fuga, lo que motivó un despliegue militar para tratar de dar con su paradero. Los fugitivos habrían huido con dos fusiles que portaban los militares asesinados.
Las investigaciones desarrolladas en las primeras horas por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas permitieron recoger en el lugar del crimen hasta 17 casquillos de bala procedentes de pistolas de 9 y 45 milímetros.