Actualizado 14/12/2010 06:29

Colombia/Venezuela.- Colombia y Venezuela blindan la frontera para capturar al capo de la droga 'Cuchillo'


BOGOTÁ, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades colombianas y venezolanas han activado un operativo de seguridad en la frontera común para detener al capo de la droga Pedro Oliverio Guerrero, alias 'Cuchillo', que estaría refugiado en el departamento de Vichada (este), según informó este martes la Policía Judicial de Colombia.

El director de este cuerpo, el general Carlos Mena, indicó que, aunque el narcotraficante todavía se encuentra en territorio colombiano, al parecer su intención sería la de cruzar la frontera hacia Venezuela, razón por la cual se ha bloqueado gran parte de la línea limítrofe con efectivos de seguridad de los dos países.

'Cuchillo' viaja acompañado de 150 hombres de confianza, divididos en tres grupos, cuya misión es escoltarle hasta su destino final que, de momento, se desconoce. A la espera de órdenes suyas, estos comandos permanecen asentados en puntos estratégicos de Vichada, con el fin de advertir el momento idóneo para emprender la marcha.

Esta información pudo obtenerse gracias al testimonio de Edixon Vanegas, alias 'Caponera', uno de sus hombres más cercanos, que fue capturado este martes en el departamento de Meta (centro) por efectivos de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin) de la Policía Nacional de Colombia, recoge Caracol Radio.

El detenido se encargaba de coordinar la ocupación de los territorios que los bloques 16 y 39 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han abandonado, para garantizar así la continuidad de las rutas del narcotráfico hacia Venezuela. "La droga la producen en laboratorios ubicados en Guanía, Vichada y Guaviare y de allí es enviada a Apure", indicó una fuente de la Dijin, citada por el diario 'El Tiempo'.

'Caponera', quien en 2006 se desmovilizó del bloque 'Héroes del Llano' de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), está acusado de los delitos de concierto para delinquir, homicidio, desaparición forzada y desplazamiento forzado. Por su captura se ofrecían hasta 5.000 millones de pesos (1,9 millones de euros).