BRASILIA, 14 Dic. (Reuters/Notimérica) -
La Cámara baja del Congreso brasileño demorará hasta el el próximo 19 de febrero la votación del proyecto de reforma al sistema previsional, ha señalado este jueves el presidente de Diputados, Rodrigo Maia, dejando para un año electoral la decisión sobre uno de los pilares de las reformas fiscales que pretende el Gobierno.
El presidente de Brasil, Michel Temer, ha indicado que esperaba que se concrete la votación este martes, pero el mandatario ha tenido problemas para reunir el apoyo necesario de los legisladores a unos impopulares recortes a las pensiones que los inversores consideran claves para contener la galopante deuda pública.
Los inversores temen que un fracaso en la reforma previsional debilite la recuperación de la economía brasileña desde una de sus peores recesiones históricas, a la vez que incentive las tasas de interés y pueda provocar nuevas rebajas en la calificación crediticia de Brasil el próximo año.
"Esto aumenta la posibilidad de que la reforma no sea aprobada el año que viene, dada la incertidumbre política que rodea a las elecciones presidenciales", ha señalado el analista senior de Moody's Investors Service Samar Maziad, quien calificó la demora en la votación como "negativa en términos crediticios".
El proyecto estipula que los brasileños trabajen más años antes de jubilarse y recorta las generosas pensiones para empleados del sector público. Muchos creen que los legisladores podrían ponerse más reacios a su aprobación en 2018 de cara a los comicios en octubre.
Con todo, Maia ha sugerido que el enorme déficit presupuestario podría terminar resultando un factor a favor: "Aunque el 2018 es un año electoral, la crisis fiscal es tan grande que puede ser posible que la reforma a las pensiones se apruebe".
A CONTRARRELOJ
El último intento a contrarreloj de Temer por lograr que el Congreso apruebe el proyecto este año se vio truncado este miércoles cuando el mandatario tuvo que viajar a Sao Paulo para una cirugía en la uretra, que su oficina informó que fue exitosa y requeriría 48 horas de reposo hasta el viernes.
La intervención quirúrgica ha obligado a Temer a posponer varios encuentros para debatir sobre la votación de la reforma. Esta semana quedó claro que el presidente no tenía los tres quintos de 308 votos, la cifra necesaria para que se apruebe la ley en la Cámara de Diputados.