Publicado 28/10/2020 18:18

El Consejo de Seguridad aplaude el alto el fuego en Libia y pide avances a nivel político para poner fin al conflicto

Combatientes leales al Gobierno de unidad de Libia, con sede en la capital, Tríp
Combatientes leales al Gobierno de unidad de Libia, con sede en la capital, Tríp - Amru Salahuddien/dpa - Archivo

MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aplaudido el acuerdo de alto el fuego permanente pactado por las partes enfrentadas en Libia y ha reclamado que el pacto "sea aplicado en su totalidad", así como avances en el plano político para poner fin al conflicto.

"Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU piden a las partes que se ciñan a sus compromisos y apliquen el acuerdo en su totalidad", ha dicho, antes de pedir "la misma determinación para lograr una solución política a través del Foro de Diálogo Político de Libia (LPDF)".

En este sentido, han aplaudido el inicio del LPDF, que arrancó el 26 de octubre por videoconferencia, de cara al inicio de los contactos de forma presencial el 9 de noviembre en la capital de Túnez, dependiendo de la situación epidemiológica derivada de la pandemia de coronavirus.

Por otra parte, han hecho hincapié en la importancia de la resolución 2510, aprobada tras la Conferencia de Berlín, y el compromiso de los participantes en la misma a respetar el embargo de armas y "evitar intervenir en el conflicto armado o en los asuntos internos de Libia".

Los estados miembro del organismo han pedido por ello a la comunidad internacional que "respete y apoye la aplicación del acuerdo de alto el fuego". "Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU reafirman su firme compromiso con la soberanía, la independencia, la integridad territorial y la unidad nacional de Libia", han remachado.

El acuerdo de alto el fuego fue logrado apenas unos días después de que las partes pactaran la reanudación del transporte por tierra y aire en todo el país, así como trabajar en un plan para garantizar y aumentar la producción de petróleo, tras un proceso de contactos en Suiza por parte de la Comisión Militar Conjunta (JMC, según sus siglas en inglés).

Los contactos en la JMC son parte de la conocida como 'vía de seguridad' surgida de la Conferencia de Berlín de enero de este año, junto con las vías económica y política. Este proceso de tres vías fue respaldado por la citada resolución 2510 del Consejo de Seguridad de la ONU.

Los contactos se han intensificado desde que el Gobierno de unidad, reconocido internacionalmente y respaldado militarmente por Turquía, rechazara la ofensiva lanzada en abril de 2019 por Jalifa Haftar, que cuenta con el respaldo de Egipto, Rusia y Emiratos Árabes Unidos (EAU), contra la capital, Trípoli.

NUEVAS FOSAS COMUNES

Por otra parte, las autoridades libias reconocidas internacionalmente han anunciado durante la jornada la exhumación de doce cadáveres en otras cuatro fosas comunes halladas recientemente en la ciudad de Tarhuna, según ha informado el diario 'The Libya Observer'.

La Autoridad General para la Búsqueda e Identificación de Personas Desaparecidas ha indicado en un comunicado que "los equipos de búsqueda han empezado a exhumar cuerpos de los nuevos lugares y su cifra será anunciada tras el fin del proceso de recuperación".

El Ministerio de Justicia ha apuntado que los cuerpos están siendo recuperados según los estándares internacionales, tras determinar la ubicación de los cadáveres y realizar las pruebas forenses necesarias.

La fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI), Fatou Bensouda, afirmó en junio que no dudará en incluir en su investigación en curso sobre Libia el hallazgo de fosas comunes en Tarhuna y sus alrededores tras la retirada de las fuerzas de Haftar.

Libia vive sumida en el caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011. El conflicto actual enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, con sede en Trípoli, con el establecido en la ciudad de Tobruk, en el este, y sustentado por el general Haftar.

La duplicidad institucional en Libia se retrotrae a las elecciones parlamentarias de 2014, que dividieron las administraciones, sin que las asentadas en el este --anteriormente reconocidas por la comunidad internacional-- y el Gobierno de unidad, surgido de un acuerdo en 2015, consiguieran pactar su unificación desde entonces.