Publicado 12/02/2021 10:45

Coronavirus.- Un brote vinculado a viajeros en cuarentena deriva en el confinamiento de un estado de Australia

Personas con mascarilla en Melbourne, Australia
Personas con mascarilla en Melbourne, Australia - BAI XUEFEI / XINHUA NEWS / CONTACTOPHOTO

MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

El estado australiano de Victoria permanecerá confinado desde este viernes hasta el próximo miércoles para contener la expansión de los casos de coronavirus, después de que las autoridades hayan dado la voz de alarma por el temor a un brote originado en uno de los hoteles donde guardan cuarentena los viajeros internacionales.

El jefe del Gobierno de Victoria, Daniel Andrews, ha señalado que la evolución de los casos requiere de una medida "corta" y "drástica" que permita reducir el riesgo. En total, hay 19 casos activos, 13 de ellos vinculados a un hotel del Aeropuerto de Melbourne.

De esta forma, desde este viernes por la noche no se podrá salir de casa salvo para realizar trabajos esenciales, tareas de cuidado, compras esenciales o hacer ejercicio en un radio limitado. También se suspenden las clases a partir de enseñanza secundaria y quedan prohibidas las reuniones públicas, informa la cadena pública ABC.

El Gobierno ha decidido también suspender desde el sábado la llegada de los vuelos internacionales a Melbourne. "Sé que es una noticia difícil para quienes están fuera y quieren volver a casa, pero nuestra prioridad ahora es tomar una acción corta y drástica en respuesta al brote", ha explicado Andrews.

Las autoridades vinculan estos nuevos contagios con la variante británica, "hipercontagiosa" en palabras de Andrews. El dirigente ha advertido de que los casos crecen "a una velocidad que no se ha visto en los últimos doce meses", hasta el punto de que ha dado por hecho que surgirán nuevos positivos en los próximos días.

Victoria, el segundo estado más poblado de Australia, ya vivió en 2020 uno de los confinamientos más prolongados y duros del mundo para combatir la pandemia, durante el cual los habitantes de Melbourne no pudieron salir de casa en 112 días.