MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
Quito es ahora el centro de atención de las autoridades de Ecuador en su estrategia contra el coronavirus, una vez que la situación en Guayaquil, la segunda ciudad y el epicentro de la pandemia en el país, se ha estabilizado.
La nación andina ha registrado hasta ahora un total de 9.468 casos de coronavirus, que incluyen 474 personas fallecidas y 1.061 curadas. La provincia más afectada en Guayas, cuya capital es Guayaquil, con 6.446 positivos y 208 muertos, seguida de Pichincha, donde está Quito, con 819 y 43, respectivamente.
La fuerte llegada del coronavirus a Guayaquil provocó que en un primer momento los vecinos denunciaran que los cadáveres se estaban acumulando en calles y casas, algo que, según explicó posteriormente el Gobierno de Lenín Moreno, se debió al colapso de los servicios funerarios.
Moreno creó una fuerza especial para recoger los cadáveres de las casas que ya se ha hecho cargo de cerca de 800, de acuerdo con las últimas cifras proporcionadas por su responsable, Jorge Wated.
Ahora, el Ejecutivo de Quito ha anunciado la puesta en marcha de una morgue en el Parque Bicentenario con capacidad para 250 cadáveres ante el posible repunte de los casos de coronavirus en la ciudad, después de que durante el pasado viernes se produjeran otras 36 muertes por Covid-19 en la capital ecuatoriana.
La Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs-EP) se encargará de recoger los restos mortales de las víctimas del coronavirus con el apoyo de la Unidad de Criminalística de la Policía Nacional.
Además, empresas privadas han donado ataúdes y columbarios para quienes no tengan seguros de decesos. En los últimos días, el Gobierno ecuatoriano ha tenido que fijar precios máximos para evitar abusos en los servicios funerarios. Así, ahora se podrán cobrar hasta 150 dólares por un ataúd estándar por el que se han llegado a pedir 1.500 dólares.
En el caso de que sea necesario, el Ayuntamiento de Quito tiene previsto construir un nuevo cementerio municipal con capacidad para 600 cadáveres, de acuerdo con el diario ecuatoriano 'El Universal'.
Entretanto, las autoridades quiteñas han aumentado las medidas preventivas y los controles. Así el domingo se cerró el mercado de San Roque tras confirmarse dos casos, el de un comerciante y un guardia de seguridad, según recoge 'El Comercio'.