MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Estonia ha anunciado que el país entrará en confinamiento durante un mes para frenar y contener la rápida propagación de la variante británica de la COVID-19.
La primera ministra estonia, Kaja Kallas, ha anunciado estas nuevas medidas, entre las que se incluyen el cierre de todos los establecimientos excepto los de primera necesidad, y de la restauración, ya que solo se permitirá la comida para llevar.
Por otro lado, toda la educación pasará a ser virtual, siendo solo los alumnos con necesidades especiales los que podrán acudir a clases presenciales. Las nuevas restricciones, que entran en vigor este jueves, también prohíben hacer deporte en interiores.
El ministro de Administración Pública, Jaak Aab, ha indicado, según recoge el portal de noticias Delfi, que estas restricciones tendrán vigencia durante al menos un mes, pero que si transcurrido ese período de tiempo la situación en referencia a la crisis sanitaria no ha mejorado, se ampliarán durante más tiempo.
La alarma ha saltado en Estonia ya que, según Kallas, la variante británica se ha encontrado en el 98 por ciento de los contagios recientes de coronavirus. Desde el 23 de febrero se han registrado más de 1.000 nuevos casos diarios.
De hecho, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades Estonia, de 1,9 millones de habitantes, tiene una de las tasas de infección más altas de Europa en la actualidad.
"La situación de la COVID-19 en los hospitales del norte de Estonia es extremadamente crítica", ha señalado Kallas a través de su cuenta de Facebook, donde también ha detallado que se aumentará el número de camas destinadas a pacientes de coronavirus y que el Gobierno trabaja en la contratación de más personal sanitario.
Hasta el momento, Estonia ha registrado 76.183 casos de COVID-19, que ha dejado 667 muertes en el país báltico.