BRUSELAS, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
El pleno del Parlamento Europeo ha pedido este jueves a los países de la Unión Europea más atención al impacto que la pandemia está teniendo en los más pequeños, tanto en su educación como en su salud, y ha llamado a actuar con más esfuerzo para protegerles de abusos y del daño en su salud mental durante el aislamiento.
Por eso los eurodiputados piden en una resolución que los gobiernos inviertan más en educación, sanidad, vivienda, apoyo familiar y atención a la infancia, garantizando que estos servicios lleguen a todos los niños.
También advierten del mayor desamparo de menores especialmente vulnerables, como los de migrantes no acompañados, comunidades gitanas o pequeños con discapacidad.
"Los niños son, ante todo, niños, con independencia de su origen étnico o social, género, nacionalidad, situación económica, aptitudes o condición de migrante o extranjero", indica el texto adoptado en sesión plenaria con el apoyo de 545 eurodiputados, 24 en contra y 119 abstenciones.
En este contexto, la Eurocámara apunta a medidas que considera relevantes, como la idea de una Garantía Infantil Europea, como ya apuntó la Comisión Europea como objetivo para el primer semestre de este año, o que se incluya en el currículum escolar información adaptada sobre sexo y sexualidad.
Tras meses de confinamiento y la relajación solo parcial de las medidas restrictivas, los eurodiputados advierten de que la educación digital "nunca debe sustituir permanentemente al aprendizaje presencial" e insisten en pedir medidas para reducir el abandono escolar y asegurar la igualdad de género en el acceso a una educación de calidad e inclusiva durante la primera infancia.
En lo que a la población migrante se refiere, la Eurocámara aboga por priorizar la reunificación familiar y mejorar las condiciones de recepción de los migrantes, por ejemplo eliminando obstáculos a servicios básicos y facilitando el acceso a las medidas de integración.
Los eurodiputados están especialmente preocupados por el abuso sexual contra los niños, porque los casos han aumentado durante la pandemia, mientras que el acceso a los servicios sociales y las instituciones de protección se ha vuelto sumamente difícil, según recoge la institución en un comunicado.
También critican que 23 Estados miembros no aplican todavía la directiva de 2011 sobre lucha contra los abusos sexuales y la explotación sexual de los menores y la pornografía infantil.