Publicado 27/11/2020 18:21

Coronavirus.- El Gobierno de Dinamarca estudia qué hacer con los cuerpos de los millones de visones sacrificados

Granja de visones en Dinamarca
Granja de visones en Dinamarca - 2020 GETTY IMAGES / OLE JENSEN

COPENHAGE, 27 Nov. (DPA/EP) -

El Gobierno de Dinamarca analiza qué hacer con los cadáveres de los millones de visones sacrificados por una mutación del coronavirus, después de que se hayan revelado imágenes de los cuerpos de los animales saliendo de la tierra, propulsados por gases mientras comenzaban a descomponerse.

Hasta el momento, la mayoría de los cuerpos de los visones sacrificados se han arrojado a fosas en terrenos propiedad del Ejército danés, pero crecen las voces que piden que los animales sean incinerados, algo que el Ejecutivo danés no descarta.

En este contexto, varios partidos del Parlamento de Dinamarca han manifestado su temor de que los cuerpos de los visones en descomposición puedan contaminar el agua potable o zonas destinadas al nado de la ciudadanía.

El nuevo ministro de Alimentación, Agricultura y Pesca de Dinamarca, Rasmus Prehn --nombrado después de que su antecesor, Mogens Jensen, presentara su dimisión precisamente por la decisión de sacrificar a los visones--, ha detallado que el Parlamento y las autoridades pertinentes analizarán la opción de desenterrarlos e incinerarlos.

Sin embargo, ha advertido de que la Agencia de Protección Medioambiental danesa ha alertado de que desenterrar a los visones ahora puede crear problemas más graves.

No obstante, varios miembros del Parlamento ya han cuestionado las palabras de la ministra de Medioambiente, Lea Wermelin, que se expresó en la misma línea que la autoridad medioambiental y puso el foco en un aumento de la contaminación por el desenterramiento de los animales.

El Gobierno de Dinamarca anunció a principios de noviembre su decisión de sacrificar hasta a 17 millones de visones, tras haber hallado una mutación del coronavirus que puede transmitirse a humanos, algo por lo que se ha enfrentado a fuertes críticas.

El Ejecutivo, liderado por la primera ministra, Mette Frederiksen, justificó su decisión aduciendo que la mutación podría influir negativamente en el desarrollo de la vacuna contra la enfermedad. Las autoridades sanitarias danesas identificaron unos 200 casos de COVID-19 vinculados a la mutación de los visones, lo que obligó a imponer restricciones en la región de Jutlandia Septentrional, donde se encuentran la mayor parte la granjas dedicadas a estos animales.