MANILA, 28 Mar. (DPA/EP) -
El Ministerio del Interior de Filipinas ha exigido a la Policía Nacional que se abstenga de recurrir a la violencia indiscriminada para garantizar la cuarentena por el coronavirus en el país, donde ya hay más de un millar de contagiados tras la confirmación de 272 casos en las últimas horas.
El total de fallecidos es ya de 68, después de la confirmación de 14 nuevos muertos desde el pasado viernes.
Mientras tanto, el ministro del Interior, Eduardo Ano, ha amonestado seriamente a las fuerzas de seguridad tras recibir informes de represión violenta contra transeúntes a los que agredieron con porras y palos para que regresaran a sus casas.
"Eso está fatal", ha denunciado Ano. "Es probable que se dejaran llevar por sus emociones y por su celo para imponer el confinamiento. Imagino que los ánimos se caldean en ese momento. Pero deben ejercer tolerancia máxima", ha añadido el ministro.
La situación es particularmente tensa en la isla de Luzón, donde se encuentra la capital, Manila. Allí, casi 60 millones de personas, la mitad de la población del país, lleva confinada desde el pasado día 16 de marzo.