MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, ha extendido este sábado el toque de queda en la capital del país durante otros 21 días tras la confirmación de un total de 343 casos de la enfermedad y 14 fallecidos, según ha anunciado a la nación.
El presidente ha dejado en manos de sus asesores la decisión de modificar esta nueva norma, parte del paquete de medidas anunciadas este sábado, y que comprenden otra extensión de tres semanas al desplazamiento entre los condados de Nairobi, Mombasa, Kilifi y Kwale.
El presidente, no obstante, permitirá "operaciones mínimas en hoteles y otros restaurantes en condados selectos si se adhieren estrictamente a las medidas del gobierno contra la propagación del virus mortal".
Kenyatta también ha informado de la puesta en marcha, el próximo día 29, de la iniciativa conocida como Programa Nacional de Higiene, un programa de trabajo masivo que pretende emplear, en su primera fase, a 26,148 trabajadores durante 30 días y más de 100,000 jóvenes en tareas anexas al control de la propagación del virus, especialmente la desinfección de lugares, informa el diario 'The Nation'.
En el mismo discurso, el presidente ha anunciado la firma del Proyecto de Ley de Normas Tributarias de 2020 como parte de las medidas para proteger al público de los efectos de la pandemia, por la que los pequeños comercios quedarán exentos del pago de algunos impuestos.
Asimismo, las agencias de seguridad del país actualizarán sus medidas de alerta y respuesta en cada área fronteriza para evitar que la respuesta del Gobierno al coronavirus se vea comprometida por actos violentos.
Como incidente relacionado, cabe destacar que un total de 57 personas han resultado arrestadas en una iglesia adventista del Séptimo Día (SDA) en el condado de Trans Nzoia, en el oeste del país, por violar una orden del Gobierno contra las reuniones públicas.
Los miembros aseguran que malinterpretaron la decisión de un magistrado keniano sobre la libertad de culto tras solicitar una petición de los fieles para reabrir los servicios religiosos. El comisionado adjunto del condado, Abdulahi Jallif, ha asegurado que serían procesados y luego puestos en cuarentena.