MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
Malasia ha registrado este jueves 135 fallecidos por coronavirus, cifra con la que se convierte en el día más mortífero de la pandemia del país asiático, que vive, además de la crítica situación epidemiológica, una crisis política que amenaza con disolver el Gobierno.
Este nuevo récord se da un mes después de que se registrara otro pico, el 2 de junio, cuando murieron 126 personas, mientras que las autoridades sanitarias malasias han comunicado que 5.903 han muerto por la COVID-19 desde que estallara la crisis sanitaria.
El Ministerio de Salud también ha informado de 8.868 nuevos contagios detectados en la última jornada, a los que se suman 5.802 pacientes que han recibido el alta hospitalaria, para un total de 808.658 positivos y 725.480 recuperados de la enfermedad.
Asimismo, 952 pacientes permanecen hospitalizados en unidades de cuidados intensivos, de los cuales 445 necesitan asistencia respiratoria, según recoge el último informe de las autoridades sanitarias, que recoge 'New Strait Times'.
Precisamente la gestión de la pandemia del coronavirus y la situación epidemiológica que atraviesa el país han llevado a la Organización Nacional de Malasios Unidos (UMNO), el principal partido de la coalición de Gobierno de Malasia, a anunciar que retira su apoyo al primer ministro, Muhyiddin Yassin.
El anuncio de la UMNO, emitido el miércoles, se produce después de varios meses advirtiendo de su salida del Ejecutivo si no restablecía las funciones del Parlamento, suspendido con motivo del estado de emergencia decretado por la crisis del coronavirus.
Los medios locales informan de una "actividad frenética" en la residencia oficial de Muhyiddin para tratar de llegar a un acuerdo que le permita seguir en el poder.