Publicado 18/12/2020 11:58

Coronavirus.- Más de 30 millones de residentes del sur de California se quedarán sin UCI en pleno repunte de casos

17 December 2020, US, Pasadena: People form a long line for rapid out-of-pocket coronavirus (COVID-19) tests at UrgentMED during the third coronavirus wave. Photo: Sarah Reingewirtz/Orange County Register via ZUMA/dpa
17 December 2020, US, Pasadena: People form a long line for rapid out-of-pocket coronavirus (COVID-19) tests at UrgentMED during the third coronavirus wave. Photo: Sarah Reingewirtz/Orange County Register via ZUMA/dpa - Sarah Reingewirtz/Orange County / DPA

MADRID, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

El sur de California están a punto de quedarse sin camas de cuidados intensivos para los más de 30 millones de habitantes de esta parte del estado que comprende, entre otros condados, Los Ángeles y San Diego, en pleno repunte de contagios y perspectivas máximas de 1.350 hospitalizaciones diarias para Año Nuevo.

Los hospitales pueden lidiar sin UCI por un tiempo muy limitado. En estos casos, los centros entran en un "modo de emergencia" que implica la apertura de camas adicionales, preparadas para acoger a pacientes más graves, aunque sin el equipamiento específico de las salas de cuidados intensivos. Sin embargo, las perspectivas son tan pesimistas que esta preparación especial apenas podría salvar los muebles durante nada más que unos días.

En el caso de Los Ángeles, ahora mismo solo hay 2.500 camas de cuidados intensivos. A principios de enero el número de pacientes necesitados de esta atención podría alcanzar los 3.600.

"Es que simplemente no tenemos gente lo suficientemente preparada para lidiar con el volumen proyectado de pacientes", explica la directora de los servicios de salud del estado, la doctora Christina Ghali, que denuncia una situación crítica. "Nuestros hospitales están asediados y nuestro modelo no anticipa final a la vista", lamenta.

Este jueves, el sur de California informó de 52.000 nuevos casos y 379 fallecidos. En conjunto, California ha confirmado 1,7 millones de casos de coronavirus y 21.887 muertes por Covid-19. El número de hospitalizaciones diarias es de 600 y podrían aumentar hasta 1.350 al día para el 1 de enero. El estado ahora está registrando un promedio de 203 muertes diarias a la semana por COVID-19 y una media semanal de 35.200 casos diarios, cuatro veces más que en noviembre.

"Si los números siguen creciendo a este ritmo, nuestros hospitales enteros se van a llenar", ha añadido la directora adjunta de los servicios de Emergencias del condado de Los Ángeles, la doctora Denise Whitfield, al 'Los Angeles Times'.

AL LÍMITE DEL CERO POR CIENTO

Ahora mismo, los pronósticos de disponibilidad de las UCI de los estados del sur de California -- además de Los Ángeles y San Diego hay que tener en cuenta a Santa Bárbara, San Bernardino, Orange o Ventura -- son del cero por ciento en un momento en que la incidencia del virus allí duplica al resto del estado: 712 casos por cada 100.000 residentes la semana pasada, frente a los 451 de Sacramento o los 335 de San Francisco.

El estado ha abierto hospitales de campaña en Porterville, Sacramento, Imperial y Orange para atender a gente necesitada de ingreso pero no de UCI, un número que lleva batiendo récord tras récord desde hace 19 días, hasta un total de 15.431 hospitalizados, seis veces más que el mes pasado.

Todos los indicios apuntan a una nueva explosión de contagios en los próximos días por todos los rincones del sur del estado.

La hija de 9 de años del alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, dio positivo este jueves sin que el mandatario sepa cómo se infectó. "Ni nos hemos mezclado con gente y nos hemos adherido estrictamente a los protocolos sanitarios". De aquí a dos semanas, los funcionarios temen una nueva ola que podría terminar de saturar a una plantilla que está, ahora mismo, exhausta.

"Muchos hospitales ya han sobrepasado la proporción de enfermeros por paciente, y el personal no tiene el descanso que necesita", ha avisado Ghali, mientras Whitfield ha reconocido que, por vez primera en su carrera -- incluyendo diez años en urgencias --, ha visto una "situación de hacinamiento en los hospitales".

"No dejas de ver cómo estas cifras no paran de aumentar. Y eso me asusta mucho", ha declarado.