MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El enviado especial de Naciones Unidas para el proceso de paz de Oriente Próximo, Tor Wennesland, ha insistido en que la COVID-19 tiene "un efecto devastador" en Palestina, por lo que ha solicitado un mayor apoyo a los esfuerzos de vacunación y de gestión de la crisis sanitaria.
En este sentido, ha añadido que el coronavirus sigue siendo una "amenaza persistente para la salud en el Territorio Palestino Ocupado", especialmente tras el aumento "significativo" de casos en Cisjordania en las últimas semanas.
Por otra parte, aunque las cifras en Gaza siguen siendo bajas, también han aumentado después de una disminución significativa.
"Además del impacto brutal en la salud pública, los confinamientos recurrentes, los cierres de escuelas y la reducción de la actividad comercial han socavado gravemente las condiciones de vida", ha advertido Wennesland.
Frente a esta situación, "el apoyo a la respuesta palestina a la COVID-19 debe mejorarse significativamente para garantizar que los ciudadanos de los territorios palestinos ocupados reciban una participación justa y oportuna en la distribución de vacunas".
La inmunización en Palestina ha comenzado este mes con la entrega de unas 60.000 dosis la semana pasada a través del mecanismo COVAX y la donación de otras 70.000 inoculaciones por parte de Rusia y Emiratos Árabes Unidos.
Pese a que Israel, donde la inmunización avanza "a un ritmo rápido", ha indicado que la vacunación en Palestina es responsabilidad de la Autoridad Palestina, ha facilitado las entregas y "y ha extendido su programa de vacunación a algunas poblaciones palestinas, incluida Jerusalén Oriental".