MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Pakistán han decidido este lunes endurecer este lunes las restricciones vigentes por la pandemia de COVID-19 y las sanciones por violar dichas medidas, a la luz del aumento de los contagios de la enfermedad.
Así lo ha comunicado el ministro federal de Planificación, Desarrollo e Iniciativas Especiales, Asad Umar, en su cuenta de la red social Twitter, donde ha especificado que el índice de positividad ha sufrido un "fuerte aumento".
En este sentido, el Gobierno de Pakistán ha prohibido los viajes a doce países, entre los que figuran Botsuana, Brasil, Ghana, Kenia, Mozambique, Perú, Ruanda, Tanzania o Zambia. La medida entrará en vigor este martes.
Las zonas del país más afectadas por el repunte de los casos han sido puestas bajo un confinamiento, mientras que el uso de la mascarilla se ha vuelto obligatorio, se han cerrado los centros educativos y los mercados y parques cierran temprano.
En cuanto a los castigos, el comisionado adjunto de Islamabad, Muhammad Hamza Shafqat, ha comunicado a la agencia de noticias DPA que una persona puede enfrentarse a un mes de prisión si viola las restricciones.
Ahora, la multa por no llevar mascarilla oscila entre las 100 y las 200 rupias paquistaníes (entre 0,50 y algo más de un euro). Es más un castigo simbólico, ya que es la cantidad es un poco mayor del coste de un refresco en el país.
Pakistán se enfrenta a una tercera ola de contagios de COVID-19. Este lunes, las autoridades sanitarias paquistaníes han constatado 3.669 nuevos casos, que han elevado el total hasta los 630.471 personas contagiadas. Mientras, más de 13.800 personas han fallecido a causa de la enfermedad.
El primer ministro de Pakistán, Imran Jan, y su mujer dieron positivo por COVID-19 este sábado, dos días después de recibir la primera dosis de la vacuna contra la enfermedad.