MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Policía del estado australiano de Nueva Gales del Sur ha acudido ante el Tribunal Supremo para intentar bloquear, amparándose en el peligro de contagio que comporta el coronavirus, la multitudinaria protesta que se espera para este sábado en las calles de Sídney por los derechos de la población aborigen y en apoyo al movimiento Black Lives Matter (las vidas de los negros importan) en Estados Unidos.
La ministra del estado, Gladys Berejiklian, ha respaldado la petición de la Policía y asegurado que no ha dado permiso a nadie para que ignore "de manera flagrante" las normas de distanciamento social negó que su gobierno tuviera gente verde para ignorar "flagrantemente" las medidas de distanciamiento social.
"Los manifestantes no podían garantizar el cumplimiento de las órdenes de salud y no podemos permitirnos hacer una excepción para nadie", ha explicado en declaraciones recogidas por la cadena australiana ABC.
El jefe de la Policía del Estado, Mick Fuller, ha defendido la necesidad de la apelación ante las cifras que se barajan en la protesta, a la que podrían acudir más de 10.000 personas.
"Hemos tomado la decisión porque entendemos que no hay forma de que esta protesta se pueda hacer con seguridad. Hemos intentado negociar con los organizadores y hemos llegado a un punto muerto", ha asegurado el jefe de Policía.
La Policía de Nueva Gales del Sur ha avisado de que la protesta se celebrará bajo sus condiciones en cualquier caso, y limitará el número de asistentes a 500 con o sin dictamen previo del Tribunal Supremo.