MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades sanitarias de Portugal han elevado este martes por encima de 730.000 el balance de casos de COVID-19 desde el inicio de la pandemia, en un momento en que el país, uno de los más golpeados de Europa en términos proporcionales de esta tercera ola, rebasa también la barrera de las 13.000 víctimas mortales.
Portugal registró en enero niveles inéditos de incidencia y este martes ha actualizado su balance con 5.540 nuevos casos, hasta un total de 731.861. Al menos 13.017 personas han fallecido por consecuencias derivadas de la COVID-19, 260 más que el martes, según los datos de la Dirección General de Salud lusa.
Los datos representan un descenso respecto a los de semanas previas y también se han confirmado leves mejoras en la presión hospitalaria, si bien aún hay 6.775 personas ingresadas por la COVID-19, 852 de ellas en unidades de cuidados intensivos, informa la cadena RTP.
Lisboa y Valle del Tajo se mantiene como la región más golpeada por los contagios, con 2.520 nuevos positivos y 116 fallecidos en 24 horas, por delante de la zona Norte, que ha sumado 1.596 casos y 65 víctimas mortales más.
POLÉMICA CON LAS VACUNAS
La detección de casos de vacunación en personas que teóricamente no debían haber recibido la dosis por ahora ha generado polémica en Portugal, que examina ahora el alcance de estos hechos. La Fiscalía ha abierto una investigación para determinar posibles responsabilidades y verificar si hubo incluso delitos penales.
El Ministerio de Salud ya ha señalado que se trata de un acto "inaceptable" y ha señalado que cualquier utilización indebida de las vacunas puede ser "penalmente punible".