MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades sanitarias de Portugal han notificado este miércoles más de 6.000 nuevos casos (6.049) de COVID-19, un umbral que no se superaba desde el 5 de diciembre y que precede al endurecimiento de las restricciones con motivo del Año Nuevo.
Al menos 406.051 personas han sido diagnosticadas en Portugal, donde la cifra de fallecidos por COVID-19 asciende ya a 6.830, 79 más que el miércoles. La Dirección General de Salud estima que 487 enfermos están ingresados en unidades de cuidados intensivos.
Por regiones, la zona Norte se mantiene como la más afectada en esta segunda ola y contabiliza 2.390 nuevos positivos en 24 horas, por encima de los 2.097 registrados en Lisboa y Valle del Tajo o los 1.063 del Centro.
El primer ministro luso, António Costa, ha cumplido este miércoles los 14 días de aislamiento que marcan los protocolos sanitarios portugueses para los casos en que haya habido un contacto estrecho con un enfermo de coronavirus, en su caso con el presidente francés, Emmanuel Macron.
La oficina de Costa ha confirmado que el jefe de Gobierno podrá "retomar la actividad pública habitual" y poner fin al aislamiento que ha mantenido durante dos semanas en su residencia oficial, según la cadena RTP.
MEDIDAS EN AÑO NUEVO
El Gobierno de Costa apenas impuso medidas para controlar las reuniones sociales en Navidad pero, de cara a los próximos días, se han endurecido las restricciones. El toque de queda en Nochevieja comenzará a las 23.00 horas y se prohibirán las fiestas organizadas.
Los días 1, 2 y 3 de enero, la movilidad permanecerá prohibida en términos generales a partir de las 13.00 horas, dentro de una batería de controles que se aplican a todo el país, sin distinción por zonas como había venido ocurriendo en estas últimas semanas.