Publicado 04/11/2020 18:12

Coronavirus.- Reino Unido aprueba el confinamiento durante cuatro semanas y entrará en vigor esta medianoche

HANDOUT - 02 November 2020, England, London: UK Prime Minister Boris Johnson speaks before the House of Commons, where he warned MPs that coronavirus deaths over the winter could be twice as high as during the first wave of the pandemic, ahead of a nati
HANDOUT - 02 November 2020, England, London: UK Prime Minister Boris Johnson speaks before the House of Commons, where he warned MPs that coronavirus deaths over the winter could be twice as high as during the first wave of the pandemic, ahead of a nati - Jessica Taylor/Uk Parliament via / DPA

MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Parlamento de Reino Unido ha aprobado este miércoles un confinamiento para Inglaterra, que entrará en vigor esta medianoche y se extenderá durante cuatro semanas, para atajar la propagación de la pandemia de coronavirus, que está al borde de dejar 1,1 millones de contagiados en el país.

La votación se ha saldado con 516 votos a favor y 38 en contra, cuando la medida necesitaba 478 apoyos para salir adelante, según ha informado la BBC. La aprobación se ha logrado gracias al apoyo de los laboristas y a pesar de la oposición de un gran número de parlamentarios conservadores.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha defendido en la Cámara de los Comunes que Reino Unido necesita un segundo confinamiento para "contener el aumento" de los casos diarios de COVID-19, pero los parlamentarios contrarios a la medida han sostenido durante el debate, que ha durado tres horas, que el cierre provocaría la ruina de un gran número de negocios.

El 'premier' británico ha hecho hincapié en que un segundo bloque "no es algo que ninguno de nosotros queramos hacer", pero ha asegurado que no está "preparado" para "correr el riesgo con la vida de los británicos".

"Si bien me duele pedir tales restricciones a la vida, la libertad y los negocios, no tengo ninguna duda de que estas restricciones representan el mejor y más seguro camino para nuestro país", ha argumentado.

Entre los contrarios al confinamiento destaca la predecesora de Johnson como primera ministra, Theresa May, que ha defendido que por ejemplo, en Liverpool, la evidencia muestra "que los casos están disminuyendo".

El diputado conservador Philip Davies ha lamentado que "nunca" creyó "que un supuesto primer ministro conservador se levantaría e instaría al Parlamento a sacrificar aún más nuestras libertades más básicas, colapsar la economía y destruir empleos, todo para perseguir una estrategia fallida".

En este confinamiento continuarán funcionando los colegios, institutos y universidades, mientras que los sectores que no pueden teletrabajar, como construcción o industria podrán seguir manteniendo su actividad, según anunció el sábado Johnson. Según reiteró este martes, estará en vigor hasta el 2 de diciembre.

Los pubs, bares y restaurantes deberán cerrar, aunque podrán ofrecer productos para llevar o a domicilio. Los comercios no esenciales, peluquerías, centros de ocio y entretenimiento también permanecerán cerrados.

LOS FALLECIDOS, EN AUMENTO

Entretanto, el Ministerio de Salud británico ha informado de que se han constatado 492 muertes a causa de la COVID-19 en la última jornada, un número que supera al confirmado el día anterior --397-- y al del día previo --130--.

En total, 47.742 personas han muerto en Reino Unido debido a la enfermedad, que ya ha dejado 1.099.059 personas contagiadas en el país, 25.177 más respecto al martes.

En cuanto a la ocupación hospitalaria, 12.320 personas permanecen ingresadas en Reino Unido por la COVID-19, 1.142 de ellos con respiración mecánica.

En este sentido, el sistema nacional de salud británico se ha declarado este miércoles en su nivel de alerta más alto, lo que implica que el personal pueda trasladarse a diversas zonas del país según las necesidades existentes y que los pacientes pueden ser enviados a distintas regiones para recibir tratamiento si el coronavirus amenaza con abrumar los servicios locales.

Los representantes del sistema nacional de salud han señalado que están "seriamente preocupados" y han considerado que se enfrentan a un "invierno muy difícil". No obstante, han mostrado su esperanza de que el confinamiento ayude a evitar una propagación mayor.