SAN JOSÉ, 23 May. (EUROPA PRESS) -
Gabriel Morales, el empresario que supuestamente prestó el jet privado a la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, para viajar a Perú y que está presuntamente relacionado con el narcotráfico en Colombia, ha vuelto a negar que tenga relaciones con el crimen organizado y ha negado la versión del Gobierno, ya que sólo participó como intermediario en el proceso de préstamo del avión entre el Ejecutivo y la compañía THX Energy.
El Gobierno ha explicado que la empresa THX Energy, con Morales a la cabeza, habría realizado las gestiones oportunas para que Chinchilla utilizara la aeronave, pero que el empresario se presentó como colaborador del Gobierno y que ningún funcionario corroboró su versión.
"Respecto a los señalamientos que he leído y escuchado en los medios de comunicación, que me tildan de narco y testaferro, me veo en la obligación de aclarar categóricamente que nunca he tenido relaciones personales, contractuales, sociales con ningún capo", indicó en un comunicado emitido el miércoles y citado por medios colombianos.
El empresario colombiano ha defendido sus negocios, entre ellos, el de consultor para THX, y ha explicado que en Costa Rica se hace llamar Gabriel Morales Falan por temor a que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) le ataquen tras recibir diversas amenazas.
Morales ha explicado que acudió a reunirse con funcionarios del Gobierno para recibir en nombre de THX el agradecimiento del Ejecutivo por el préstamo de la aeronave. "Mi única actuación en este episodio, que maliciosamente ha sido convertido en escándalo, fue la de estar presente en ese breve encuentro, en el cual me presenté con tarjeta de presentación de una empresa que nada tiene que ver con THX Energy", apostilló.
"Reitero categóricamente que no conozco a la señora presidenta de Costa Rica, ni a sus asesores y funcionarios, con quienes me reuní y los conocí ese día", manifestó el empresario, que aseguró que está dispuesto a ponerse a disposición de la justicia con el objetivo de "aclarar una vez más lo que consideren".
El ministro de Comunicación de Costa Rica, Francisco Chacón, el jefe de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), Mauricio Boraschi, y la asesora presidencial Irene Pacheco presentaron su dimisión la semana pasada por la polémica suscitada por este caso.