Actualizado 05/04/2006 21:22

Crónica Colombia.- ACNUR alerta sobre una inminente emergencia humanitaria en comunidades indígenas de Colombia

En las últimas semanas se han visto obligados a huir 1.700 indígenas Wounaan en el Chocó y otros 77 indígenas Nukak en el Guaviare


GINEBRA, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó hoy sobre la posibilidad de una inminente emergencia humanitaria en Colombia después de que dos grupos indígenas distintos hayan sido obligados a huir de sus tierras ancestrales en las últimas semanas. Además, advirtió de que algunos de los más antiguos y pequeños grupos indígenas del mundo están en riesgo de ser "desplazados e incluso extinguirse" debido al conflicto en el país sudamericano.

"Después de varios serios incidentes ocurridos en los últimos días, ACNUR desea advertir sobre una emergencia humanitaria en ciernes en las comunidades indígenas de Colombia", señaló el portavoz de ACNUR, William Spindler, en una conferencia de prensa celebrada en Ginebra.

Después del asesinato de dos de sus líderes la semana pasada, en el Chocó, más de 1.700 indígenas Wounaan huyeron de su ancestral tierra. "El pánico se ha esparcido entre los Wounaan, después de que miembros de un grupo armado irregular asesinara a otros líderes, que eran maestros de escuela, en un lapso de 24 horas", recordó.

Hombres armados irrumpieron en una clase y se llevaron al maestro de 37 años, que fue encontrado muerto horas después con signos de tortura. Al día siguiente, un líder Wounaan fue encontrado muerto. Hay temor de que se puedan dar más asesinatos, ya que otros líderes han recibido amenazas, explicó ACNUR.

Además, residentes de cuatro comunidades ribereñas ya han huido y unas 1.100 personas han llegado a Unión Wounaan, mayor asentamiento del grupo. Junto a los 640 habitantes de Unión Wounaan, los desplazados Wounaan ahora quieren huir río abajo, al pequeño poblado de Istmina, pero tienen mucho miedo de hacerlo.

RIESGO DE EXTINCION

"El lunes por la noche un primer grupo de 30 personas llegó a Istmina diciendo que aquellos que todavía se encontraban en Unión Wounaan tenían miedo de ser atacados mientras que huían y que no tenían suficientes botes para hacer la travesía río abajo, que son el único medio de transporte a través de la selva", indicó Spindler.

"Repetidamente hemos advertido que algunos de los más antiguos y pequeños grupos indígenas del mundo están en alto riesgo no solo de ser desplazados, sino también de extinguirse debido al conflicto colombiano. Las comunidades tienen vínculos cercanos a su tierra ancestral, de la cual depende su supervivencia cultural", añadió.

Las asociaciones indígenas y autoridades locales han pedido ayuda al Gobierno colombiano y a la comunidad internacional. El director del Buró para las Américas del ACNUR, quien se encuentra en Colombia esta semana, visitará Istmina el miércoles para reunirse con los nuevos desplazados y con las autoridades locales.

INDIGENAS NUKAK

Por otro lado, en el departamento de Guaviare, 77 indígenas Nukak llegaron la semana pasada al poblado de San José. Los Nukak son un grupo indígena pequeño que hasta 1988 eran desconocidos al exterior y llevaban una existencia nómada basada en la caza y la recolección. En años recientes se han convertido en blanco de los grupos armados.

Las 77 personas que llegaron a San José la semana pasada habían caminado durante cuatro meses después de haber sido obligados a dejar su territorio ancestral. Parecían encontrarse en malas condiciones de salud y obviamente desnutridos y ahora están en una granja a las afueras de San José junto a otro grupo que llegó en noviembre.

"Están recibiendo ayuda de emergencia de parte de las autoridades colombianas. Sin embargo, su futuro a largo plazo es incierto. Es crucial encontrar una solución que les permita retomar su modo de vida y preservar su cultura", indicó respecto a este caso el portavoz de ACNUR.

Este nuevo desplazamiento es el tercero que se produce desde 2003 y eleva el número de desplazamientos forzados a 220 Nukaks. Esto significa que aproximadamente la mitad del total de la población Nukak, la cual se estima en unas 500 personas, ha sido forzada a salir de su tierra ancestral.

"ACNUR está trabajando estrechamente con asociaciones indígenas para ayudarlos a defender los derechos de su gente y nuestro objetivo es más la prevención del desplazamiento forzado por medio de la documentación, empoderamiento de las comunidades y capacitación", sentenció Spindler.