Actualizado 05/01/2010 20:20

Crónica Cuba.- España reitera su objetivo de sustituir la Posición Común de UE pese al "error" en la expulsión de Yáñez

La disidencia cree "correcta" la intención de Yáñez de encontrarse con la disidencia que "contrasta" con la actitud del Gobierno


MADRID, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, explicó este martes que el Gobierno mantiene su intención de sustituir la Posición Común de la Unión Europea sobre Cuba por un acuerdo bilateral durante su presidencia semestral de la UE al asegurar que el "error" de las autoridades cubanas de rechazar la entrada del eurodiputado socialista Luis Yáñez el pasado domingo en la isla no afecta a la voluntad de España de cambiar la política europea hacia Cuba.

En un encuentro con la prensa extranjera en Madrid, Moratinos quiso destacar que la UE y Cuba han "abierto un capítulo de diálogo e involucración", consideró que es "normal" que este proceso "tenga altibajos" en un "momento de transición" y, tras recordar que "el aislamiento, la confrontación, el bloqueo no han dado frutos en 50 años" en la isla, subrayó que "lo importante" es ayudar "a que el proceso de reforma de Cuba avance".

Por ello, Moratinos dejó claro que aunque las autoridades cubanas "se han equivocado" al rechazar la entrada de Yáñez éste "error" no afecta a la voluntad de España de avanzar en la negociación de un acuerdo bilateral durante el primer semestre de 2010, en el que está al frente del Consejo de la UE.

Fuentes diplomáticas han confirmado a Europa Press que España mantiene su voluntad de intentar lograr el consenso de los 27 para alcanzar un marco bilateral de cooperación con Cuba que sustituya la Posición Común que rige la política comunitaria hacia la isla desde 1996 y que condiciona las relaciones bilaterales a avances en democracia y Derechos Humanos, aunque el Gobierno es consciente de las dificultades en lograr este consenso.

La opción que quiere plantear España ante sus socios europeos en relación con Cuba es que los Veintisiete empiecen a negociar algún tipo de acuerdo con la isla, al que se incluiría una cláusula democrática como se hace a otros países y que exigiría una serie de requisitos en materia de Derechos Humanos y Estado de Derecho.

Yáñez, al que las autoridades cubanas denegaron la entrada el pasado domingo sin ningún tipo de explicación, pidió este martes en Sevilla que su expulsión no interfiera en la búsqueda de una nueva relación y defendió revisar la Posición Común que, a su juicio, ha quedado "obsoleta" tras 15 años de vigencia.

Dos miembros de seguridad cubanos retuvieron los pasaportes de él y de su mujer en el aeropuerto de La Habana el pasado domingo, sin darles explicaciones hasta que fueron conducidos al interior del avión de regreso a España "como si fuéramos a fugarnos en esas circunstancias", ironizó Yáñez al relatar el incidente.

Viajó junto a su esposa a la isla pasar del 3 al 8 de enero en La Habana. Según explicó el portavoz socialista para la Asamblea Parlamentaria Eurolatinoamericana, hizo todas las gestiones habituales de cualquier ciudadano y solicitó un visado turístico a través de una agencia de viajes, que le fue concedido. "Me lo podrían haber dicho antes y me hubiera ahorrado muchas horas de viaje", concluyó.

CONDENA DEL RECHAZO A YÁÑEZ

El Gobierno también dejó claro que incidentes como este "no ayudan al desarrollo de las relaciones entre los dos países" y reclamó que no se vuelvan a repetir, informó Exteriores en un comunicado al término del encuentro entre el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de la Iglesia, con el embajador cubano en España, Alejandro González, al que Exteriores convocó ayer para dar explicaciones sobre el caso Yáñez.

Moratinos fue menos enérgico al condenar la expulsión del eurodiputado al admitir que "no es una persona muy apreciada por el régimen cubano" porque ha tenido "posiciones críticas" hacia el régimen. "Pero de ahí a expulsarlo...", cuestionó.

El eurodiputado socialista admitió ser "crítico" con el gobierno cubano, pero rechazó que ello signifique que no apoye al Gobierno español en su intención de abrir una "nueva etapa" en la relaciones de la UE con Cuba.

Asimismo, se mostró sorprendido de que el embajador de Cuba en Madrid le trasladara a De Laiglesia que su viaje no era "inocente" y que tenían "derecho a defenderse", aseguró no saber que estaba en una supuesta "lista negra" en Cuba y rechazó la justificación de Cuba de no permitirle la entrada "en aplicación de sus leyes internas" y por el hecho de que se le denegó el visado para viajar en 2008.

Yáñez explicó que en aquella ocasión se le negó el visado porque su visita atendía a una invitación de Manuel Cuesta Morúa, secretario general de Corriente Socialista Democrática Cubana, para asistir a un congreso del Partido de la Internacional Socialista.

"El embajador de Cuba en Bruselas me dijo que no me daba el visado para ir a ver a la disidencia pero que si el viaje era turístico no había problema, por lo que este argumento se cae por su propio peso", explicó.

"Nunca pensé que un ciudadano libre no pudiera ir a otro país y entrevistarse con quien crea conveniente, dentro de unos límites, no tratándose de terroristas ni de extremistas, sino de personas partidarias del diálogo y de la reconciliación en Cuba", denunció Yáñez, quien insistió en que esta vez "no tenía una agenda oculta" y que tampoco había llamado desde España a ningún disidente cubano o enviado un correo electrónico.

POSIBLE REUNIÓN CON "DEMÓCRATAS"

Aunque admitió que tenía pensado telefonear y reunirse con amigos y conocidos, a los que denominó como "demócratas", cuando acudió a la isla su agenda, dijo, "aún estaba en blanco" al tratarse de un viaje "estrictamente privado" con su mujer, la diputada socialista Carmen Hermosín, a quien en ningún momento se le negó la entrada al país y además admitió su temor a que si llamaba a alguno de ellos desde la isla éstos se vieran "represaliados".

Sin embargo, el propio Cuesta Morúa confirmó a la agencia Reuters que Yáñez tenía intención de reunirse con él durante su visita a Cuba. "Tenemos una larga relación, construida a lo largo de mucho tiempo. Ha sido la voz de Arco Progresista en el Parlamento Europeo y en España", explicó.

Por su parte, Óscar Espinosa Chepe, uno de los 75 presos de conciencia en Cuba detenido en la denominada Primavera Negra en 2003 que permanece en libertad condicional desde finales de 2004 por problemas de salud, defendió este martes la "intención correcta" de Yáñez de reunirse con miembros de la disidencia durante su visita a La Habana y consideró que esta intención "limpia bastante la imagen del PSOE que el Gobierno de Zapatero ha ensuciado bastante".

El ex preso político opinó que la actitud de Yáñez "contrasta con la postura de Moratinos que no quiso ni atenderlos" cuando en octubre pasado visitó La Habana.

Espinosa Chepe aseguró que "el papel bastante insolidario" del Gobierno de Zapatero constrata además con la actitud "muy solidaria" del Gobierno de Felipe González y lamentó que "Zapatero se ha olvidado de nuestra lucha por los Derechos Humanos" a favor de "un Gobierno represivo fascista" como es, en su opinión, el de Raúl Castro y, por ello, condenó la actitud "claudicante" del Gobierno español.

El disidente ex preso se mostró "absolutamente contrario" a eliminar la Posición Común de la UE sobre Cuba si el régimen no hace "algún gesto" porque "los niveles de represión se han mantenido" e incluso ha "incrementado increíblemente" en meses recientes, cifrando en unos 600 las personas detenidas de manera arbitraria en 2009 en Cuba.

"Moratinos miente" al decir que en Cuba se ha reducido el número de presos políticos y de conciencia. "Es mentira. El Gobierno no ha liberado a nadie aquí (Cuba). Los que han salido es porque han cumplido la pena", insistió, precisando que el número de presos políticos se eleva a un total de 208, incluidos los 53 presos de la Primavera Negra todavía en prisión en "condiciones infrahumanas".