El izquierdista Rafael Correa, partidario de Hugo Chávez, aparecía en los últimos sondeos como el candidato más valorado
QUITO, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un total de 9.165.125 electores ecuatorianos elegirán mañana, domingo, a un nuevo presidente de la república que consiga terminar su legislatura de cuatro ejercicios legislativos y proporcione al país un avance a su estancamiento económico y social de los últimos años.
No en vano, los tres mandatarios más recientemente elegidos en las urnas han sido derrocados sin haber acabado su mandato debido a las protestas populares o los escándalos de corrupción, y terminaron siendo perseguidos por la Justicia. Alfredo Palacio, el actual presidente al que uno de los 13 candidatos reemplazará el próximo 15 de enero de 2007, fue el sustituto de Lucio Gutiérrez después de que éste abandonara el cargo y se exiliara a Brasil.
Este año se presentan a las elecciones 13 aspirantes, de entre los que destaca la presencia de una sola mujer, cuya intención es ocupar uno de los sillones presidenciales más inseguros de América Latina. Entre los candidatos hay tendencias para todos los gustos que van desde el conservadurismo más tradicional hasta planteamientos revolucionarios, aunque el punto en común que prometen todos es el "cambio" que reclama unánimemente la ciudadanía.
En Ecuador, la ley prohíbe la publicación de encuestas desde 20 días antes de los comicios. En esta ocasión, los últimos sondeos que se conocieron destacaban a cuatro candidatos frente a los nueve restantes, que aparecían muy distanciados de los primeros puestos en intención de voto.
CANDIDATOS
Si bien en un principio León Roldós, de la alianza entre las formaciones políticas Red Democrática e Izquierda Democrática (RD-ID), aparecía como el principal favorito en todas las encuestas, los últimos datos publicados ofrecían una gran ventaja para el izquierdista Rafael Correa, de Alianza País, que propone la creación de una Asamblea Constituyente que lleve a una revolución "ética, productiva y social". Una encuesta de la firma Informe Confidencial le otorgaba hace casi 20 días un 47 por ciento del apoyo.
Los últimos sondeos publicados otorgaban un tercer puesto a la única mujer que se presenta a la Jefatura del Estado, Cynthia Viteri, líder del Partido Social Cristiano (PSC). Sus tesis se basan en la defensa de la ideología derechista apoyada por su partido y ha prometido mejoras en el empleo, la educación, la sanidad y la seguridad, así como una amplia apertura comercial a nivel internacional.
Por su parte, el multimillonario Álvaro Noboa --quien ya se ha presentado a las Presidenciales en las dos últimas ocasiones, en las que quedó en segundo lugar por detrás de Jamil Mahuad Witt, primero, y de Lucio Gutiérrez, después-- postula por el Partido Renovador Institucional de Acción Nacional (PRIAN).
Su propuesta, que aparecía como la cuarta opción de los ecuatorianos en las últimas encuestas, sugiere una posición derechista que se basa en la promesa de cubrir las necesidades directas de los pobres, tales como la salud, la vivienda y el trabajo.
Destaca entre los 13 aspirantes a ocupar el sillón presidencial Gilmar Gutiérrez, hermano del ex mandatario Lucio Gutiérrez, que se presenta por el Partido de Sociedad Patriótica prometiendo la estabilización económica, el pago de la deuda social y la reforma total de la política.
RETOS PARA LOS PRÓXIMOS CUATRO AÑOS
Son muchos los retos que esperan al próximo jefe de Estado ecuatoriano, ya que tendrá que hacer frente a uno de los territorios más ricos en recursos naturales de América Latina, pero con más de la mitad de la población inmersa en los índices de pobreza, con una clase política envuelta en la corrupción y un sistema económico falto de estabilidad e iniciativa.
La deuda exterior pública es actualmente de más de 10.000 millones de dólares (casi 8.000 millones de euros), lo cual pesa demasiado sobre una economía que se mantiene desde hace unos años gracias a las remesas que envían los emigrantes.
Las circunstancias en que se sostienen las economías familiares provocan el rechazo de los movimientos sociales y de los indígenas al Tratado de Libre Comercio (TLC) que se ha intentado firmar con Estados Unidos, negociación que actualmente se encuentra detenida indefinidamente.
PARTIDARIOS DE HUGO CHÁVEZ
La tendencia que parecen haber seguido la mayoría de países sudamericanos de elegir a los candidatos de la izquierda --queda ver lo que ocurre en Brasil el próximo día 29-- parece que también se repetirá en Ecuador. Rafael Correa ha emprendido una campaña electoral en la que pretende dar de "correazos" a la clase política tradicional, a la que acusa de haber llevado al país al borde del abismo.
No es desconocida su declarada amistad con el presidente venezolano, Hugo Chávez, del que además se muestra abiertamente partidario. Incluso ha manifestado en más de una ocasión que buscará seguir sus pasos si gana las elecciones.
Correa, de 43 años y economista de profesión, es el más visible y reconocido aspirante presidencial que ha expresado su cercanía al mandatario de Venezuela. Otros cuatro candidatos, que según las encuestas no tendrían posibilidades de ganar en las elecciones, también han hecho pública su admiración por Chávez.
Al igual que su colega venezolano, Correa no ha ahorrado en insultos contra el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a quien ha calificado de "torpe", y ha señalado que el "diablo debe estar ofendido", en referencia a la comparación que hizo Chávez en un discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Asimismo, el aspirante izquierdista también se negó a calificar a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de grupo terrorista, como las identifica el Departamento de Estado norteamericano y la Unión Europea.
Los otros tres candidatos que se declaran partidarios de Chávez son el líder indígena Luis Macas (del partido Pachakutik); Marcelo Larrea (Alianza Tercera República), quien se autodenomina "bolivariano", y Lenin Torres (Movimiento Revolucionario de Participación Popular), que se autocalifica de "revolucionario". Estos tres aspirantes registran menos del 3 por ciento en intención de voto, según los sondeos.