Actualizado 10/10/2006 17:33

Crónica Iberoamérica.- Cerca de 200 colaboradores y miembros de ETA siguen huidos en distintos países de la región

Arturo Cubillas, acusado de participar en tres crímenes en los años 80, trabaja desde octubre de 2005 para el Gobierno de Hugo Chávez


MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

Las Fuerzas de Seguridad del Estado mantienen en busca y captura a 276 presuntos colaboradores o miembros de ETA, según publica la revista de la Fundación de Víctimas del Terrorismo de fuentes de la Policía y de la Guardia Civil. En esta publicación se explica que sobre todos ellos pesan requisitorias de la Audiencia Nacional, donde se insta a su localización y detención para ser juzgados por los presuntos delitos de los que son acusados.

En el texto se precisa que hay "muchos delitos de terrorismo" que no pueden pasar por la Justicia debido a que sus autores no han sido identificados. Pero también, añade que "hay muchos delitos de terrorismo que no han podido ser juzgados porque sus autores han logrado escapar y no han sido detenidos por las Fuerzas de Seguridad del Estado", según el texto recogido por Europa Press.

Según los datos que han sido aportados por la Guardia Civil y la Policía, en total hay 276 miembros o colaboradores de ETA buscados inmersos en delitos que están siendo instruidos en la Audiencia Nacional.

65 CON DELITOS GRAVES

Sin embargo, las fuentes de la lucha antiterrorista de la Policía y de la Guardia Civil consultadas por la revista cifran en 65 el número de individuos que realmente son acusados de graves delitos de terrorismo. En su mayor parte, estos terroristas se esconden en Francia aunque no se descarta que también se encuentren en algún lugar del País Vasco, en España.

El etarra más buscado actualmente es el considerado número uno de ETA Mikel Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki, a quien se le atribuye la responsabilidad del aparato militar de la banda y un importante número de acciones terroristas, muchas de ellas con resultado de muerte. Además de Txeroki, está huido de la Justicia y, por tanto, también buscado por las Fuerzs de Seguridad, Jose Antonio Urruticoetxea Bengoetxea, "Josu Ternera".

La revista de la Fundación expone que "resulta llamativo comprobar cómo las páginas web de la Policía, la Guardia Civil y la Ertzaintza no coinciden todos los nombres de presuntos miembros de ETA buscados en la actualidad". La lista más extensa es la que aparece en la web de la Guardia Civil.

Aclaran que en estas páginas sólo se indique la fotografía del buscado acompañada de algunos datos sobre sus rasgos físicos y su lugar y fecha de nacimiento. En ningún caso se informa del delito del que son presuntos autores y que da motivo a su busca y captura.

ESCONDIDOS EN AFRICA Y AMERICA

La publicación explica que hace unos diez años las Fuerzas de Seguridad del Estado calculaban que había más de 500 miembros de ETA viviendo fuera de España, entre América y Africa. Pero sobre todo en Iberoamétrica. Desde entonces, en virtud de las medidas adoptadas para aquellos que no tenían delitos importantes o que habían prescrito, la cifra de medio millar se ha visto reducida en más de doscientos.

Ahora, de estos 276, algo más de 200 acusados de acciones terroristas se encuentran escondidos en países de América y Africa, con cobertura económica suficiente e incluso con negocios que les permiten ayudar a otros fugados.

Veinte años atrás, cuando ETA tenía como "santuario permanente" para su escondite el País Vasco francés, contaban con una infraestructura en este país para albergar a los perseguidos por la Justicia en España.

Pero también los terroristas hallaron cobertura para esconderse en terceros países, en muchos casos con el consentimiento del gobierno español. Este es el caso de países de África como Togo, Mali, Cabo Verde y Argelia.

En este último país, a finales de los ochenta se dió cobertura a los máximos dirigentes de la banda, como Domingo Iturbe Abasolo "Txomin", lo que fue paso previo a la tregua decretada por ETA el 8 de enero de 1989 y que dio lugar a las conversaciones de Argel, rotas cuatro meses después.

La ruptura de esta tregua provocó una recomposición del mapa de etarras refugiados en terceros países. Entre ellos, se trasladó a República Dominicana, mediante régimen de confinamiento, a Eugenio Etxeveste "Antxon", Ignacio Aracama Mendía "Makario" y Belén Gonzalez Peñalva, 'Carmen", ambos del Comando Madrid. Pasados los años, los tres fueron devueltos a España.

Las decenas de miembros de ETA que acompañaban a sus dirigentes en Argelia también fueron expulsados a otros países africanos y de Iberoamérica, en muchos casos bajo la supervisión de las autoridades locales.

Así, a principios de los años "noventa" había grupos más o menos numerosos de etarras en Cuba, Nicaragua, México, República Dominicana, Venezuela, Colombia, Argentina y Uruguay. De las arcas de la banda terrorista salían las ayudas económicas para poner en marcha pequeños negocios como restaurantes de comida vasca en los países iberoamericanos.

CUBILLAS, UN CARGO EN VENEZUELA

Entre ellos estaría Alfredo Cubillas, un presunto miembro de ETA acusado de participar en tres crímenes en los años 80, que llegó a Venezuela en 1989 con un grupo de once etarras que fueron deportados de Argelia, donde había llegado dos años antes expulsado por Francia. Cubillas montó un restaurante en Caracas llamado Okers, el mismo nombre que tenía el comando al que presuntamente pertenecía.

Además, Cubillas trabaja para el presidente de Venezuela, Hugo Chavez. Desde octubre de 2005, es director adscrito a la Oficina de Agricultura y Tierras de Venezuela. Su esposa, Goizeder Odriozola, acaba de ser nombrada Directora General del Despacho de la Presidencia del Gobierno de Chávez.