Actualizado 02/05/2006 19:47

Crónica Iberoamérica.- La malnutrición afecta a 146 millones de niños de los países en vías de desarrollo, según UNICEF

La zona que más han mejorado y con mejores cifras es América Latina y Caribe, con menos del 10 por ciento de afectados


BARCELONA, 2 May. (EUROPA PRESS) -

El porcentaje de niños malnutridos en el mundo sólo ha disminuido un cinco por ciento en 15 años, por lo que el 27 por ciento de los menores de cinco años tienen un peso inferior al normal. Estas cifras, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), ponen muy difícil conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la ONU marcados para 2015.

La malnutrición afecta a 146 millones de niños de los países en vías de desarrollo. Más de la mitad, 78 millones, viven en el Asia meridional, de los que 57 millones lo hacen en la India. En África Occidental y Central el avance en materia de nutrición está siendo lento, mientras que en varios países populosos de Oriente Próximo y África Septentrional, como Irak y Sudán, se han registrado retrocesos. Además, 5,6 millones de niños mueren de hambre cada año, lo que supone más de la mitad de las muertes infantiles.

Las zonas que más han mejorado y tienen mejores cifras son América Latina y Caribe, con menos del 10 por ciento de los niños afectados por malnutrición. Sin embargo, en esta región es donde hay más diferencia entre países y entre la ciudad y el campo en cuanto a la probabilidad de sufrir bajo peso, ya que en las zonas rurales el riesgo es 2,6 veces más alto que en las zonas urbanas.

Por otra parte, de los más de 20 millones de nacimientos con bajo peso, más de la mitad también se registran en Asia meridional --7,8 millones de los cuales en la India--, donde el 31% de los nacidos pesan menos de 2,5 kilos.

Según el cuarto informe de UNICEF 'Progreso para la infancia: un balance sobre la nutrición', uno de los pocos datos positivos es que el 36 por ciento de los niños son amamantados hasta los seis meses de forma exclusiva, porcentaje que sube hasta el 43 por ciento en el Asia oriental y el Pacífico. Estas cifras son superiores, por ejemplo, a las registradas en España, donde sólo el 22 por ciento de los niños reciben lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses.

Otro indicador que ha ido mejorando es el consumo de sal yodada, elemento que se considera importante para el desarrollo físico e intelectual de los niños. La media de familias del tercer mundo que consumen yodo es del 69 por ciento y alcanza el 86 por ciento en América Latina y el 93 por ciento en China, mientras que en España, sólo se llega al 36 por ciento. A pesar de las buenas cifras, 36 millones de niños no consumen suficiente yodo.

CRÍTICAS A LA DISTRIBUCIÓN DE ALIMENTOS.

El presidente del Comité de la UNICEF en Cataluña, Víctor Soler-Sala, ligó estas cifras a otro de los ODM, la reducción a la mitad de la pobreza registrada en 1990. Según Sala, si se redujera la pobreza, la malnutrición también disminuiría, aunque admitió que también hace falta otros elementos como la educación.

Soler-Sala explicó que los niños desnutridos "no están protegidos ante enfermedades sencillas" y recriminó a los gobiernos que cuando recortan presupuesto una de las primeras partidas afectadas suele ser la distribución de alimentos.

El presidente de la organización reclamó que las políticas agroalimentarias estén presentes en las reuniones de la OMC, el FMI o el Banco Mundial, ya que un pequeño aumento en el precio de productos básicos puede suponer un aumento de la mortalidad infantil en algunos países.

Además señaló como posibles medidas paliativas la distribución masiva de cápsulas de Vitamina A, que cuestan pocos céntimos de euro y salva anualmente 350.000 vidas, o la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad.

Por su parte, el responsable de Salud Materno-infantil del comité catalán de la UNICEF, Luis Ruiz, explicó que la malnutrición provoca "un círculo vicioso" que afecta la educación de los niños, disminuye su rendimiento y el progreso económico de los países y aumenta el gasto en salud.

Ruiz se mostró "esperanzado" por la actuación de algunos países como Cuba o China, que han mejorado la nutrición de los niños. Por ello, recomendó que no se dé alimentos complementarios antes de los seis meses y que se proteja la salud de las madres, sobre todo de las embarazadas.