BRASILIA, 30 Oct. (Notimérica) -
El candidato ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro, un polémico diputado y exmilitar de 63 años, se ha convertido en las últimas horas en el nuevo presidente electo del país, según declaraba este domingo el Tribunal Supremo Electoral. Concluye así una campaña electoral llena de tensión, caos, desinformación y miedo.
Con un 94,4 por ciento de los votos escrutados, Bolsonaro se ha hecho con más del 55 por ciento, mientras que su opositor, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) --y sucesor de Luiz Inácio Lula Da Silva--, Fernando Haddad, se ha quedado a más de diez puntos de diferencia.
Ahora, queda saber cuáles son las medidas que el ultraderechista va a aplicar a partir del día 1 de enero, jornada en la que toma posesión e inicia su gobierno como presidente de Brasil. La mano dura con la que ha anunciado que gobernará únicamente tiene, por ahora, cuatro puntos claros: economía, seguridad, medioambiente y educación.
ECONOMÍA
Respecto al primero de los casos, Jair Bolsonaro tiene previsto que el banquero Paulo Guedes (69) asuma la cartera de Economía, la cual estará fusionada en un 'superministerio' con Hacienda, Planificación, Industria y Comercio. Se trata, entonces, del ministerio con más poder que ha habido en Brasil hasta el momento.
Las fluctuaciones económicas por las que atraviesa Brasil, así como el grave problema económico y financiero por el que atraviesa casi toda la región latinoamericana, hace que Guedes aporte credibilidad al proyecto de Bolsonaro y tranquilice tanto a ciudadanos, mercados y otros grupos inversores.
Entre las medidas que pretende llevar a cabo destaca la reducción del 20 por ciento de la deuda pública brasileña mediante la privatización de empresas estatales, incluyendo Petrobras. Asimismo, Guedes pretende realizar una reforma tributaria que implique el cobro de un único impuesto federal --el Impuesto Unificado Federal-- y descentralizar otros recursos nacionales para municipios y otros estados.
Finalmente, el economista tiene previsto reformar el sistema de pensiones para hacer más ligera la carga que supone para los presupuestos del Estado.
SEGURIDAD
Militar en la reserva, Bolsonaro tiene previsto reforzar el papel de las Fuerzas Armadas en la seguridad nacional, así como está previsto que varios militares formen parte de su gobierno adquiriendo carteras de relevancia.
Ejemplo de ello es Antônio Hamilton Martins Mourão (65), general retirado del Ejército de Brasil que se hace con la Vicepresidencia de Brasil. Al igual que su compañero de fórmula, Mourao se ha mostrado defensor de las actuaciones de las Fuerzas Armadas durante la dictadura militar en Brasil (1964-1985).
Bolsonaro pretende proteger de manera legal a los agentes de las fuerzas de seguridad que maten a alguna persona en acto de servicio, así como a los dueños de propiedades que sean allanadas y, como consecuencia, maten a sus atacantes. Es decir, establecer la legítima defensa.
Asimismo, Bolsonaro ha mencionado en varias ocasiones la idea de la legalización de la tenencia de armas en el país. De la misma manera, Bolsonaro quiere reducir la edad legar de ingreso a la cárcel --de 18 a 16 o 17 años-- a través de una enmienda constitucional. Esta edad fue elegida después de que su propuesta de reducirla hasta los 12 años fuera negada por el Congreso.
MEDIOAMBIENTE
De la misma manera que hizo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el presidente electo de Brasil indicó en un primer momento de campaña que el país abandonaría el Acuerdo de París contra el cambio climático.
Sin embargo, en la recta final de la campaña quiso retroceder en sus declaraciones y matizó que si se garantizaba la soberanía nacional del país, este permanecería en el pacto contra el calentamiento global.
EDUCACIÓN
Además de reforzar el número de escuelas militares en todo el país, creando una escuela militar en cada capital del Estado, Bolsonaro quiere cambiar los planes de estudio porque, como ha dicho, "el objetivo principal de la educación es atender la economía y formar un buen profesional", recoge 'El País'.
Dada su visión tradicional, el presidente electo ha dejado claro que no está dispuesto a admitir la "ideología de género" en las escuelas, y defiende que la educación debe ser "sin adoctrinamiento ni sexualización precoz", a través de la llamada Escuela Sin Partido. Además, pretende incluir asignaturas retiradas tras el régimen militar como la educación moral cívica (EMC) y la organización social y política brasileña (OSPB).
El porcentaje de cuotas sociales por motivos de raza será reducido, y propone que se adopten como viable la educación a distancia para la primaria, la secundaria y la universitaria. De la misma manera, Bolsonaro quiere incluir clases presenciales y pruebas "para combatir el marxismo" dentro de currículo escolar.