MADRID 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los apagones son ya la principal preocupación de la población de Cuba, según un estudio sobre derechos sociales publicado este martes por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) que sitúa la crisis alimentaria y el coste de la vida en segunda y tercera posición, respectivamente.
En concreto, según el Observatorio de Derechos Sociales de la citada ONG, crítica con el Gobierno, un 72 por ciento de los cubanos dice estar preocupado por los reiterados cortes en el suministro eléctrico de la isla, un punto más que quienes aluden a la falta de alimentos, mientras que el coste de la vida (61 por ciento), los salarios (45 por ciento) y la salud pública (42 por ciento) figuran a continuación.
El estudio, elaborado a partir de 1.344 entrevistas, pretende poner el foco sobre la situación social de un país en el que el 89 por ciento estaría en situación de extrema pobreza --entendiendo como tal un ingreso diario personal menor a los 1,90 dólares--.
Siete de cada diez cubanos se saltan alguna comida por falta de recursos, mientras que el desempleo ronda el 12 por ciento. El Estado se mantiene como principal empleador, ya que para él trabajan el 48 por ciento de las personas entrevistadas, si bien un 9 por ciento lo compagina con otros empleos en pequeñas empresas o también son autónomos, conocidos en la isla como 'cuentapropistas'.
El porcentaje crece entre los más jóvenes y, en cuanto a destinos, un 30 por ciento alude a Estados Unidos, aunque un 34 por ciento optarían por "cualquier sitio" con tal de salir. China y Rusia, aliados políticos del Gobierno de Miguel Díaz-Canel, apenas atraen al 2 por ciento de los potenciales emigrantes.
Estos expatriados pueden llegar a ser a su vez claves para la economía cubana, ya que el número de hogares que reciben remesas ha aumentado hasta el 37 por ciento. Aunque casi la mitad de los entrevistados no ha querido revelar la cantidad, una mayoría de los que contestaron se situaron en la horquilla entre los 51 y los 100 dólares.
El informe eleva también al 92 por ciento el nivel de desaprobación del Ejecutivo. La tasa de popularidad es del 5 por ciento, pero si sólo se tiene en cuenta a los jóvenes de entre 18 y 30 años el dato desciende por debajo del 3,4 por ciento.