Actualizado 27/01/2011 23:17

Cuba.- Cuba combate el "gran negocio" de la televisión satelital ilegal


MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

Cuba trabaja para combatir el "gran negocio" de la televisión satelital que de manera ilegal ofrecen algunas personas que han logrado hacerse con antenas especiales que captan la señal de cadenas internacionales que el régimen castrista no permite ver en la isla.

Las fuerzas de seguridad del Estado han logrado detener a varios de estos comerciantes que se dedicaban a vender de manera ilícita equipos de fabricación artesanal --con los que se puede obtener la señal de la televisión internacional-- por hasta 50 pesos convertibles (39 euros), según explica el diario oficial 'Granma'.

La normativa cubana rechaza la difusión de programas de televisión internacional no autorizados porque emiten "a diario mensajes desestabilizadores e 'injerencistas', ajenos a los valores culturales que dignifican al ser humano".

"En no pocos programas comparecen connotados terroristas que alientan la comisión de actos violentos en contra del pueblo cubano", señala el rotativo portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).

En Cuba la empresa Telecable, perteneciente a la Corporación CIMEX, es la única que ofrece servicio de televisión de pago pero solo a instalaciones turísticas, empleados del régimen, diplomáticos y compañías extranjeras. El resto de la población tiene restringida la posibilidad de suscribirse a este servicio, así como a ver programación de otros países que no sea transmitida por las cadenas oficiales.

El negocio del servicio de televisión satelital ilegal en Cuba supone "una cadena de ilegalidades que proporcionaban buenas ganancias". Algunos suministran antenas fabricadas con diversos materiales, mientras que otros se encargan de vender y "recargar" las tarjetas satelitales que usan los decodificadores para captar la señal.

El rotativo pone como ejemplo el caso de varios cubanos detenidos en 2010 por comercializar con las antenas y tarjetas de una reconocida empresa de televisión satelital estadounidense que se utilizan en decodificadores para captar la señal internacional. Todos ellos fueron condenados a penas que van de año y 6 meses hasta los dos años de prisión, además de cuantiosas multas.

La venta de esos productos y la prestación de tales servicios "violan, y posibilitan que otros violen, las regulaciones emitidas" por el Gobierno de Raúl Castro que controlan "el uso del espectro radioeléctrico, la tenencia, instalación de equipos, la recepción y/o distribución de programas televisivos nacionales y extranjeros", explica 'Granma'.

"La defensa de la soberanía radioelectrónica de Cuba es un derecho irrenunciable de nuestro pueblo, que se mantendrá vigilante ante quienes insisten en violar la legislación vigente", concluye el diario oficial.