Actualizado 05/11/2010 20:18

Las Damas de Blanco denuncian amenazas en vísperas de que se cumpla el plazo dado para las excarcelaciones


MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las Damas de Blanco, el movimiento que reúne a mujeres y familiares de presos políticos cubanos, han denunciado que varias de sus integrantes han recibido en los últimos días llamadas telefónicas en las que incluso se les amenaza de muerte y que se han intensificado conforme se acerca el fin del plazo dado por el Gobierno de Cuba para la excarcelación de 52 presos políticos.

El Gobierno cubano se dio el pasado 7 de julio cuatro meses para excarcelar a 52 presos detenidos durante la ola represiva de 2003 conocida como Primavera Negra. Sin embargo, hasta la fecha sólo ha liberado y trasladado a España a 39, mientras que 13, los que se niegan a abandonar la isla, siguen en prisión.

Entretanto, las autoridades de la isla sí han dado el visto bueno a otros 14 presos ajenos a la Primavera Negra y que elevan a medio centenar el total de reos que han sido trasladados a España o llegarán en los próximos días.

Uno de los que aún continúa en prisión es Ángel Moya, marido de Berta Soler, una de las Damas de Blanco, junto con Laura Pollán, que ha sufrido más de una decena de llamadas amenazantes en los últimos cinco días. "Estamos siendo acosadas e incluso amenazadas de muerte", explicó Soler a Europa Press, mientras sigue sin saber "nada" del futuro de su esposo.

Los autores de estas llamadas se identifican como presos comunes o familiares de éstos y critican a las opositoras por "entorpecer" la salida de la cárcel de otros reclusos. En este sentido, critican las ausencias de sus allegados en la lista de presos enviada a la Iglesia Católica, mediadora en las liberaciones.

"Sé donde vives" y "si te tengo que matar te mataré", declaró a Soler una mujer identificada como la hermana de un preso de nombre José Luis. La dama de blanco aseguró a estas personas que tienen que "transmitir" al Ejecutivo de Raúl Castro sus demandas, ya que es a esta institución la que toma las decisiones últimas.

Soler sospecha que, tras estas llamadas con las que pretenden "desestabilizar", se encuentre la Seguridad del Estado. Como prueba, citó que al devolver la llamada telefónica al número que se había quedado reflejado en su teléfono móvil una voz comunicaba que la línea no estaba asignada a nadie. Esto pasa cuando se trata de teléfonos de la Seguridad del Estado o de prisión, "que tienen salida pero no tienen entrada".

MEDIDAS DE LA DISIDENCIA

El periodista opositor Guillermo Fariñas dijo "tener esperanza" que en que La Habana cumpla con el plazo acordado, principalmente "porque el Gobierno necesita aumentar la credibilidad".

"Si esto no ocurre, pueden suceder varias cosas", según explicó en una entrevista a Europa Press en la que abrió la puerta a nuevas huelgas de hambre, bien de disidentes dentro o fuera de prisión o de alguna dama de blanco. Esta medida se adoptaría, añadió, "en solidaridad con los hermanos" detenidos.

"Sería un escándalo mucho mayor que mi huelga de hambre", advirtió Fariñas, quien también sopesa iniciar un ayuno si el Gobierno de Raúl Castro no le permite acudir a Estrasburgo a recoger el premio Sajarov a la libertad de conciencia que le ha concedido el Parlamento Europeo.

En caso de que no se cumpla el plazo, el periodista subrayó que "va a jugar un papel importante" el Arzobispado de La Habana, que debe pedir explicaciones a las autoridades y, posteriormente, hacerlas públicas. "El Gobierno español, como parte de los mediadores, también debe preguntar al Gobierno cubano y hacer público lo que le diga", agregó.

Por su parte, el presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, manifestó que, "más allá de los plazos, resulta inexplicable que el Gobierno haya dejado en prisión en condiciones infrahumanas a estos 13 presos de conciencia".

El Ejecutivo les deja "hasta el último día como medida punitiva", al tiempo que sigue enviando a España a presos que han empleado "fuerza" en sus actos y ya se ha puesto en contacto con varias "decenas" más. "Es una forma muy gráfica de exclusión", indicó.

Sánchez confía en que el régimen comunista dé la sorpresa y anuncie en los próximos días las 13 liberaciones, porque "puede tomar una decisión en cuestión de minutos". De no ser así, "el movimiento disidente va a responder con una sola voz por esta arbitrariedad".