Actualizado 31/05/2010 03:24

Cuba.- 'Las Damas de Blanco' denuncian que se ha incumplido la promesa de trasladar a los presos más cerca de sus casas


LA HABANA, 31 May. (Reuters/EP) -

El Gobierno cubano no ha cumplido el compromiso anunciado de trasladar a partir del pasado día 24 de mayo a los presos políticos a cárceles más cercanas a sus lugares de origen, ni tampoco ha mejorado las condiciones de estos reclusos ni ha liberado a ninguno, denunció este domingo el grupo opositor 'Las Damas de Blanco', formado por mujeres y familiares de los presos anticastristas.

En su tradicional marcha dominical por una de las principales avenidas de La Habana tras la salida de misa para reclamar la libertad de los presos políticos, la líder de 'Las Damas de Blanco', Laura Pollán, afirmó que no le consta que se halla producido ningún cambio de los anunciados por el Gobierno hace casi dos semanas.

"Aquí nadie sabe nada. Todo es un secreto de Estado", lamentó Pollán, cuyo marido, Héctor Maseda, está en prisión con una condena de veinte años por sus actividades anticastristas.

El pasado día 19 se produjo una reunión al más alto nivel entre el Gobierno cubano y los representantes de la Iglesia católica en la isla, tras el que se informó de que el Ejecutivo había accedido a trasladar a partir del día 24 de mayo a algunos presos políticos a cárceles más cercanas a sus lugares de origen para facilitar la visita de sus familiares, que en la actualidad tienen que recorrer en algunos casos más de 500 kilómetros para ver a sus parientes presos.

Tras este anuncio, que precedió a la visita a la isla del secretario de Exteriores vaticano, Dominique Mamberti, se llegó incluso a afirmar en ciertos medios que algunos presos políticos podrían ser liberados.

Sin embargo, Pollán fue tajante al afirmar que no les consta ningún acercamiento de presos ni tampoco ninguna liberación.

Según asociaciones anticastristas y de Derechos Humanos, existen en Cuba en torno a 190 presos políticos, de los cuáles al menos 26 estarían gravemente enfermos. El Gobierno cubano, sin embargo, no considera a estas personas presos políticos, y los considera mercenarios o terroristas que conspiran contra el Estado y están a sueldo de potencias extranjeras.