Actualizado 17/12/2013 22:31

Alan Gross pide a Obama su "implicación personal" para lograr su liberación

Alan Gross
Foto: REUTERS

"Quiero creer que el Gobierno valora mi vida y mi servicio y que un pasaporte estadounidense significa algo"

   WASHINGTON, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El excontratista estadounidense Alan Gross, que cumple una pena de 15 años de cárcel en Cuba, ha enviado una emotiva carta al presidente estadounidense, Barack Obama, en la que le pide su "implicación personal" para conseguir su liberación y en la que reconoce que teme que el Gobierno de su país le haya "abandonado".

   Gross, de 64 años de edad, fue detenido el 3 de diciembre de 2009 en La Habana cuando estaba trabajando para la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) con el fin de facilitar el acceso a Internet a la comunidad judía en Cuba. Fue condenado a 15 años de cárcel por llevar a cabo "actos contra la independencia o la integridad del Estado cubano".

   Coincidiendo con el cuarto aniversario de su detención, ha enviado una carta a Obama a través de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, en la que relata su calvario y que ha sido publicada por el diario 'Washington Post'.

   "¿Por qué sigo aquí?", se pregunta en ella Gross, recordando que viajó a Cuba "en nombre de Estados Unidos" y que lo único que hizo fue "realizar mi papel en el proyecto de acuerdo con mi contrato". Por ello, traslada a Obama su temor de que "el Gobierno me ha abandonado".

   Según el excontratista, las expresiones de solidaridad y las peticiones de libertad formuladas por altos cargos de la Administración "no me han llevado de vuelta a casa". Así que, asegura a Obama, ahora tiene claro que "solo con su implicación personal puede garantizarse mi liberación".

   En el pasado, recuerda, otros presidentes y gobiernos de Estados Unidos "dieron pasos extraordinarios para conseguir la liberación de ciudadanos estadounidenses encarcelados en el extranjero, incluso algunos que no fueron detenidos por su trabajo en nombre de su país".

   Durante 30 años, prosigue, "he realizado misiones en nombre de mi país con orgullo, incluso ante riesgos para mi seguridad" y "lo hice porque creía en mi país, en mi Gobierno". "Todavía quiero creer que mi gobierno valora mi vida y mi servicio y que el pasaporte estadounidense significa algo", afirma.

"LLÉVEME DE VUELTA A CASA"

   "Me niego a aceptar que mi país me dejará de lado. Señor presidente, por favor, dé los pasos que sean necesarios para llevarme de vuelta a casa", reclama a Obama, a quien dice hacerle esta petición no solo por él "sino por mi familia".

   Gross relata en su misiva que pasa 23 horas al día en una reducida celda con otros dos reclusos y que solo tiene una hora al día fuera en un pequeño patio. Además, tiene problemas para dormir ya que las luces de la celda están encendidas todo el tiempo y su artritis también se lo dificulta.

   "Con la excepción de unas pocas llamadas telefónicas y visitas, estoy completamente aislado del mundo exterior", lamenta, aclarando que no ha querido que sus hijas vayan a visitarle a Cuba porque no quieren que le recuerden, en caso de morir en prisión, como "la sombra" de quien solía ser.

   Asimismo, se queja de que el año pasado no pudo acompañar a una de sus dos hijas al altar y tampoco estuvo con ella cuando le diagnosticaron cáncer de mama. "Como padre, puede imaginarse lo doloroso que es esto", señala a Obama. "Mi negocio y carrera han sido destruidos, así que soy incapaz de apoyar a mi familia y mi mujer ha tenido que vender nuestra residencia familiar", precisa, lamentando que él no puede hacer anda ante estas "tragedias" familiares.

EL CASO GROSS

   Tras permanecer dos años en prisión preventiva, en marzo de 2011 Gross fue condenado a 15 años de cárcel por llevar a cabo "actos contra la independencia o la integridad del Estado cubano", por introducir equipos de comunicación satelital, algo prohibido en el país.

   Desde entonces, Estados Unidos ha solicitado insistentemente a Cuba que libere a Gross por razones humanitarias, ya que, según argumenta, se encuentra gravemente enfermo. "Creo que no sobrevivirá a esta terrible experiencia", ha dicho su mujer, Judy.

   Las autoridades cubanas han rechazado estas acusaciones, aseverando que el estado de salud del contratista estadounidense es "normal" y que "realiza regularmente intensos ejercicios físicos" para mantenerse en forma.

   Coincidiendo con el cuarto aniversario, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha publicado un comunicado en el que pide la liberación "inmediata e incondicional" de Alan Gross.

   El Departamento de Estado ha insistido en que se trata de un hecho "altamente decepcionante", especialmente teniendo en cuenta que el objetivo de Gross era "proporcionar a los cubanos acceso a Internet".

   En este sentido, ha denunciado que el Gobierno cubano no haya permitido a Gross volver junto a su familia y ha recordado que se trata de un profesional con una larga trayectoria de ayuda a las comunidades marginadas en más de 50 países.