Actualizado 19/02/2013 05:01

Cuba/EEUU.- Una delegación estadounidense llega a La Habana para superar el estancamiento en el caso Gross


LA HABANA, 19 Feb. (Reuters/EP) -

Una delegación estadounidense ha llegado este lunes a La Habana con la finalidad de superar el estancamiento en el caso del contratista estadounidense Alan Gross, condenado a 15 años de prisión en Cuba por introducir equipos de comunicación satelital en la isla caribeña.

La delegación estadounidense está encabezada por el senador demócrata Patrick Leahy, que el año pasado ya viajó a Cuba para reunirse con su presidente, Raúl Castro, entre otros altos cargos gubernamentales, e integrada por otros cinco senadores y dos miembros de la Cámara de Representantes.

Leahy ha explicado que los ocho legisladores estarán tres días en la isla para tratar el caso Gross con el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón; con el ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez; y, tal vez, con Castro.

"Existen problemas obvios entre nuestros países, pero no estamos aquí para negociar, sino para escuchar y contar en casa lo que hemos escuchado", ha dicho, en declaraciones a la prensa internacional desde La Habana.

Si bien, el senador demócrata ha confesado que el objetivo último de la delegación estadounidense es llevarse consigo a Gross al país norteamericano al término de su visita a Cuba, aunque ha admitido que actualmente es algo imposible.

Asimismo, ha expresado el deseo de Estados Unidos de mejorar las relaciones bilaterales. "Casa uno de nosotros tiene un interés, pero todos queremos ver que las relaciones mejoran y ambas partes están tomando medidas en esa dirección", ha apuntado.

EL CASO GROSS

Gross, de 63 años de edad, fue detenido en diciembre de 2009 en La Habana cuando estaba trabajando para la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) con el fin de facilitar el acceso a Internet a la comunidad judía en Cuba.

Tras permanecer dos años en prisión preventiva, en marzo de 2011 fue condenado a 15 años de cárcel por llevar a cabo "actos contra la independencia o la integridad del Estado cubano", por introducir equipos de comunicación satelital, algo prohibido en el país.

Desde entonces, Estados Unidos ha solicitado insistentemente a Cuba que libere a Gross por razones humanitarias, ya que, según argumenta, se encuentra gravemente enfermo. "Creo que no sobrevivirá a esta terrible experiencia", ha dicho su mujer, Judy.

Las autoridades cubanas han rechazado estas acusaciones, aseverando que el estado de salud del contratista estadounidense es "normal" y que "realiza regularmente intensos ejercicios físicos" para mantenerse en forma.

Las posibilidad del diálogo bilateral permanece en el aire, principalmente, porque La Habana pretende llevar a la mesa de negociaciones el caso de los cinco agentes de los servicios de Inteligencia detenidos en 1998 en el país norteamericano y condenados en 2001 por espionaje, para proponer un canje de presos.

'Los cinco' son considerados unos héroes en Cuba porque se les atribuye la infiltración en redes terroristas cubano-estadounidenses para evitar atentados en la isla caribeña, sin embargo, en Estados Unidos son considerados espías que pretendían atentar en suelo norteamericano.

El caso Gross puso fin a un breve periodo de distensión en las relaciones bilaterales, propiciado por la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama, que flexibilizó el embargo comercial impuesto a la isla desde hace más de medio siglo al permitir que los cubano-estadounidenses puedan viajar libremente y enviar remesas a su país.