Actualizado 15/09/2011 07:21

EEUU, "decepcionado" también por la negativa de Cuba a liberar a Gross


WASHINGTON, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Departamento de Estado estadounidense se siente "decepcionado" por el frustrado intento del ex gobernador de Nuevo México Bill Richardson de conseguir la liberación de Alan Gross, contratista estadounidense condenado a 15 años de prisión por los tribunales cubanos por introducir equipos de comunicación por satélite en la isla.

En una rueda de prensa, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, ha lamentado que Richardson fracasara en su intento de liberar a Gross, a quien ni siquiera pudo visitar. "El rechazo del Gobierno cubano ha sido muy desafortunado. Estamos decepcionados", ha aseverado.

"Esto contrasta con la buena fe del ex gobernador al intentar conseguir progresos humanitarios", ha subrayado Toner, al tiempo que ha expresado su "preocupación" por la salud del contratista, que se encuentra hospitalizado en La Habana.

No obstante, el portavoz ha rechazado que se trate de un fracaso del Departamento de Estado, recordando que la visita de Richardson a la isla era de carácter privado, aunque ha expresado su total apoyo al ex gobernador.

"Nosotros apreciamos sus esfuerzos", ha dicho en alusión a Richardson. "Y vamos a continuar usando todos los canales diplomáticos a nuestro alcance para presionar por su liberación", ha agregado refiriéndose a Gross.

En la misma línea se ha expresado la familia del contratista, que a través de un comunicado se su abogado, Peter J. Kahn, ha lamentado que la propuesta del ex gobernador haya sido rechazada por el régimen comunista.

EL CASO

Gross, de 62 años de edad, ha sido condenado a 15 años de prisión por llevar a cabo "actividades subversivas" contra el Gobierno de Cuba, acusación basada en la introducción de equipos de comunicación por satélite al país, prohibidos por sus autoridades.

Washington alega que Gross trabaja para la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID). Sin embargo, La Habana acusa al contratista de distribuir estos equipos entre opositores para "destruir la Revolución".