LA HABANA, 14 Sep. (Reuters/EP) -
El ex gobernador del estado de Nuevo México (Estados Unidos) Bill Richardson ha confesado que se siente "decepcionado" por la actitud del Gobierno de Cuba, que le ha impedido ver al contratista estadounidense Alan Gross, condenado a 15 años de cárcel por introducir equipos de comunicación por satélite en la isla, algo prohibido por el régimen comunista.
Richardson, quien llegó el pasado 8 de septiembre al país caribeño, ha expresado su "sorpresa". "He tenido buenas relaciones con el Gobierno de Cuba durante muchos años. Ellos me invitaron y después de dijeron que no podía hacer ni una vista humanitaria a Gross, aunque otros estadounidenses sí le han visitado", ha explicado
En su opinión, esta actitud obedece a la negativa de las autoridades cubanas a mejorar las relaciones bilaterales con Estados Unidos. "Esa es mi conclusión. Quizá han querido transmitir ese mensaje a un amigo, o quizá a un ex amigo", ha indicado, en alusión a su estatus.
Así, Richardson ha abandonado este martes la isla, partida que en un principio estaba prevista para el sábado, pero que retrasó con la esperanza de que finalmente pudiera visitar a Gross, quien se encuentra ingresado en un hospital.
Aunque la visita del ex gobernador era de carácter privado, la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, había expresado su deseo de que Richardson convenciera al Gobierno cubano de liberar al contratista.
En la misma línea, la familia de Gross agradeció al ex gobernador sus esfuerzos, ya que también visitó la isla en agosto del año pasado con el mismo propósito, aunque sin éxito. Entonces, advirtió de que su mediación en este caso ya no era "útil".
El caso de Gross ha tensado las ya de por sí deterioradas relaciones entre Cuba y Estados Unidos. De hecho, el presidente del país norteamericano, Barack Obama, ha advertido de que las cosas no mejorarán hasta que Gross sea liberado.