Actualizado 29/11/2012 00:36

Cuba.- Estados Unidos lamenta que ni Gross ni Estados Unidos eligieron al médico que examinó al contratista


WASHINGTON, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Departamento de Estado de Estados Unidos ha cuestionado este miércoles la validez de los informes médicos presentados por el Gobierno cubano sobre el estado de salud de Alan Gross, ya que los médicos responsables de estos exámenes no fueron elegidos ni por el contratista condenado por espionaje ni por Washington.

La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, ha declarado en rueda de prensa que su Gobierno "no está en posición" de "evaluar" los resultados de los análisis, en los cuales se confirma que Gross no sufre cáncer, como llegaron a advertir su abogado y su familia.

Los resultados de una biopsia realizada en la "lesión que presenta detrás de su hombro derecho" han determinado que no se trata de un tumor canceroso, según un comunicado del Ministerio de Exteriores de la isla. La biopsia ha demostrado que esta "lesión" está formada "por células musculares aisladas y áreas extensas de hematíes" que podrían proceder de un hematoma.

Nuland ha apuntado, como cuestión "obvia", que el médico que le examinó y elaboró este informe no fue elegido por el detenido o por las autoridades norteamericanas, algo sobre lo que también había incidido previamente el abogado de Gross, que ha pedido a Cuba que un oncólogo de Estados Unidos dé una segunda opinión.

Al margen de las conclusiones del informe, la portavoz del Departamento de Estado ha alertado de la "deteriorada salud" de Gross y ha puesto como ejemplo de su empeoramiento la pérdida de peso y la artritis que sufre, "que afecta a su movilidad".

"Queremos que sea liberado y que tenga acceso al tipo de tratamiento médico que claramente necesita", ha añadido Nuland, quien ha declarado a continuación que Gross lleva detenido "sin motivos" tres años y "debería volver a casa".

Gross fue detenido en diciembre de 2009 en La Habana cuando estaba trabajando para una empresa subcontratada por la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) y que tenía como labor facilitar el acceso a Internet a la comunidad judía en Cuba.

Tras permanecer dos años en prisión preventiva, en marzo de 2011 fue condenado a 15 años de cárcel por llevar a cabo "actos contra la independencia o la integridad del Estado cubano", por introducir equipos de comunicación por satélite en el país, algo prohibido por las autoridades cubanas.